Sea casualidad o no, que el estreno de la película coincida con el 75 aniversario del personaje debe ser un hecho que no ha debido sentado mal a los productores. Hay mucho dinero invertido en esta producción que puede marcar el futuro de Superman y de la propia DC, ya que de su éxito depende que una nueva generación se enganche a la Superman-manía. Así que nada mejor que coincidan en el tiempo el estreno de la peli con un aniversario que vuelve a poner en primera plana al superhéroe primigenio. Un personaje que durante los últimos años ha visto desde el banquillo cómo otros (Batman, Iron Man, Capitán América, Hulk, X Men, Los Vengadores) pasaban con mayor o menor éxito por las salas de cine. Personajes todos ellos que de una u otra forma son hijos del último hijo de Krypton. Porque por más que sus creadores se inspiraran en múltiples referencias de la época, para David Hernando “es el personaje arquetipo por antonomasia”. “Todos los personajes que han ido apareciendo después de Superman están basados de una manera u otra en él. En su manera de nadar, en su atuendo, en los arquetipos típicos de su identidad secreta, su identidad civil, la damisela en apuros, los villanos... Toda la cultura popular de superhéroes nace con Superman”.
Y en realidad Superman no nace en 1938. Ese año fue en el que se publicó su primera historia, concretamente en junio, pero su nacimiento fue anterior. “Tal y como lo conocemos hoy nació en 1934” comenta Hernando “e incluso hay una versión anterior de 1933, en la que Superman era un villano” calvo, por cierto. No obstante y teniendo en cuenta el contexto de crisis económica Jerry Siegel y Joe Shuster “se dieron cuenta de que si hacían que fuera un villano no podría sobrevivir, de ahí que lo cambiaran”. Se trataba de introducir algo de luz en un país sumido en la Gran Depresión. Y parece que llevaban razón.
De hecho esa es una de las cualidades más destacadas del personaje, y una de las explicaciones de que tuviera un éxito tan abrumador. Porque además de sus cualidades extraordinarias –entre las que al principio no estaban ni volar ni la visión de Rayos X- Superman hacía gala de unos valores firmes, de un código ético absolutamente inquebrantable. “De hecho –dice David Hernando- es muy significativo que es el primer alienígena que llega a la tierra y que no quiere destruirla, sino que lo que busca es inspirarnos”. Y esto queda muy patente en el primer número ideado por Siegel, que veía a su personaje como el campeón de los oprimidos. “Si ves la primera historia de Superman, se ve al personaje cómo defiende a una mujer que está siendo maltratada por su marido, como revela una corrupción política y detiene a un Senador corrupto... Este tipo de historias ancladas en la realidad dura del país y de cómo Superman se muestra ahí actuando como diciendo que tenéis que actuar cuando veáis estas cosas”.
Estamos hablando por tanto de un personaje que nace anclado al contexto social y político de ese momento, lo que permitió que “el público lo aceptara en masa, con los millones de ejemplares que vendían y lo rápido que se sucedieron sus adaptaciones, ya fuera a tiras de prensa, a serial radiofónico, a televisión o cine”. Sin embargo el éxito del personaje sorprendió a todos. De hecho mucha gente se pregunta cómo es posible que Siegel y Shuster vendieran los derechos sobre el personaje a la editorial DC por 130$. “Parece inaudito hoy en día, pero hemos de hacer un ejercicio de ponernos en la mentalidad empresarial de hace 75 años” una época en la que no existían canales masivos de distribución, ni el márketing era como lo conocemos hoy “aquello fue absolutamente espontáneo y creo irrepetible. Los autores, que lo que querían era publicar y ya está, sí que eran conscientes del potencial del personaje, pero su éxito fue una sorpresa que superó a autores, editores y lectores”. Lo cierto es que siempre se ha criticado mucho a la editorial DC por el hecho de que por una cantidad tan baja se quedaran con uno de los personajes más rentables de la historia reciente. No obstante David Hernando matiza: “siempre se ha demonizado mucho a DC en este sentido, pero hay que entender cómo se funcionaba entonces, e incluso los autores recibieron muchísimo dinero durante los diez primeros años, les encargaba a ellos los guiones y los dibujos aunque ya no tenían los derechos, y les reconocían la autoría del personaje. Pero esto desbordó a todo el mundo, también a los creadores, lo que les llevó a pedir más y acabó por romper la baraja”.
Una década duró la buena relación entre los autores y la editorial. Pasado ese tiempo, Siegel decidió pedir más dinero a la vista de que su famosa “S” estampaba no solo muñecos, sino tazas, sábanas, pijamas, lápices… Se puede decir que con Superman comenzó también la era del merchandising masivo, “por eso el personaje no es que sea el origen de las historias de superhéroes, sino que es prácticamente el origen de la cultura popular como la entendemos hoy. En cuanto al merchandising, las películas y el género superhéroico”. No obstante, ese afán de Siegel porque tanto él como Shuster recibieran más dinero por su creación acabó por dejándoles en la calle, tras el enfado de los editores de DC.
Con la salida de Shuster y Siegel de DC, el personaje queda huérfano, y en manos del editor Weisinger que será el encargado de la serie entre 1948 y 1968. “A partir de ahí sus historias se adaptan al momento que le tocó vivir”, dice Hernando, que recuerda que esa es la época en la que se vive la famosa caza de brujas contra los cómics, iniciada por el artículo de un psiquiatra que aseguraba que Superman era un fascista y Wonder Woman sadomasoquista. Con esto los cómics deciden autorregularse y por eso las historias se separan de la realidad. Las historias de Superman dejan de ser sobre el campeón de los oprimidos para derivar en “historias más de alienígenas, más fantasiosas, más de ciencia ficción pura y dura, en las cuales el personaje pierde lo de sus 10 primeros años, pero gana también en riqueza todo esto. Que a veces parece contradictorio, puede parecer que cuando se aleja de Siegel el personaje empeora, y ahí en calidad a mí sí que me lo parece, pero sí que echando la vista para atrás ves que el personaje ha ido adquiriendo las cualidades necesarias para adaptarse a cada contexto.”
Pero sin duda la gran adaptación llegaría de la mano del cine, con la primera película protagonizada en 1978 por Christopher Reeve, que según Hernando “es el que hasta día de hoy mejor ha personificado al personaje, tanto dentro como fuera de la pantalla”. En cuanto a la película, el editor de cómics de Planeta recuerda que no solo fue un gran impacto mediático, sino que supuso la primera aproximación seria al mundo del cómic: “Hay que tener en cuenta que antes que esta película lo más cercano que tenía el público en cuanto a adaptaciones de cómics era la serie de los años sesenta de Batman, que era realmente ridícula, era consciente de ello y se mofaba del mundo de los superhéroes. Claro, aquí en el momento en el que contratan a Marlon Brando y Gene Hackman, es algo que ya da el mensaje de que esto va en serio, que vamos a contaros una historia”.
Esta película atrajo nuevos “clientes” a la franquicia, al conseguir adaptar el personaje a una época, algo que también sucede con Man of Steel. “Todas las adaptaciones previas a este Man of Steel han tenido muy presentes la película de Christopher Reeve. Todas se han basado en ella tanto las tres secuelas como la serie Smallville o incluso Superman Returns, que en estilo, diseño y banda sonora han respetado eso”. “Han sido más 30 años en los que se ha mantenido una iconografía muy precisa del personaje. Superman Returns en 2006 probablemente no obtuvo el éxito que se pretendía porque era una película de tiempo, apelando todavía a la película del 78, con ese estilo y esa forma de narrar. Y en vez de quedarse en un sentido homenaje no avanzó en ningún momento al personaje hacia el público actual”. Algo que parece que sí que hace este Man of Steel “que parece que rompe definitivamente con las herencias” y parece que trata de adaptarse más al público actual, que según Hernando “parece más proclive a aceptar héroes que parezcan reales, o que puedan existir en el mundo real y empatizar con ellos, que no algo puramente fantasioso”.
Por cierto, que puestos a actualizar la nueva película acaba con uno de los detalles más significativos de Superman, y que a la vez que más mofas han provocado sobre el género de superhéroes: los calzoncillos por encima del pantalón. El nuevo Superman se guarda la ropa íntima en el interior. “Yo creo que es un detalle nimio. En su origen Siegel y Shuster se lo ponen porque les recuerda los atuendos que llevan los actores circenses, cuando llevan a cabo sus hazañas, sus grandes gestas en la arena... Pero a día de hoy como mucha gente se centra en lo de los calzoncillos por fuera, pues han optado por eliminarlos”.
Si quieren ver como luce este nuevo Superman, solo tienen que acercarse a partir de hoy a su cine más cercano. Después, por supuesto, nos cuentan qué les ha parecido.