¿Qué es la peste bubónica y cuáles son sus síntomas?
Una ciudad al norte de China ha emitido una alerta sanitaria después de detectar un posible caso de peste bubónica. Conoce qué es y cuáles son los síntomas más característicos.
Las autoridades de una ciudad al norte de China han emitido una alerta sanitaria de nivel 3 -la segunda más baja en la escala del país- tras detectar un posible caso de peste bubónica. Un pastor de la zona de la Bandera Media de Urad fue ingresado en un hospital local donde se le diagnóstico la enfermedad.
¿Qué es la peste bubónica?
La peste bubónica es una enfermedad que se transmite principalmente de animales a humanos a través de las pulgas y está causada por una bacteria denominada Yersinia pestis, que vive en determinados animales como los roedores.
Según la OMS, la bacteria entraría en el organismo a través de la picadura y se desplazaría por el sistema linfático hasta el ganglio linfático más cercano, donde se multiplicaría. Este ganglio se denomina "bubón".
En las fases más avanzadas de la enfermedad, los ganglios linfáticos inflamados pueden convertirse en llagas abiertas supurantes.
Este tipo de peste rara vez se transmite entre personas, pero sí puede evolucionar y diseminarse a los pulmones, causando una forma más grave de la enfermedad: la peste neumónica, que ya sí puede transmitirse a otras personas a través de las gotículas respiratorias y que sin diagnóstico y tratamiento precoces, puede ser mortal. No obstante, si se detecta las tasas de curación son altas.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas más comunes suelen ser fiebre, dolor de cabeza, tos, dolor muscular e inflamación dolorosa de los ganglios. En algunos casos, también escalofríos, debilidad, náuseas y vómitos.
En la forma neumónica, los síntomas que aparecen poco después de la infección -a veces en menos de 24 horas) son graves y de tipo respiratorio: dificultad para respirar y tos, a menudo con restos de sangre en el esputo.
¿Cómo se diagnostica y cuál es el tratamiento?
Según la OMS, los trabajadores sanitarios evalúan los casos a partir de los síntomas. La enfermedad se confirma realizando análisis en el laboratorio de una muestra de sangre, esputo (secreción líquida producida en los pulmones y que se arroja al toser) o pus de un bubón.
Respecto al tratamiento, se puede tratar con antibióticos que, por regla general, curan la enfermedad si se empiezan a administrar temprano.