"Hoy es un día grande", dijo la fundadora y directora de la compañía, Lora Haddock, quien en una nota de prensa saludó el gesto de la que es considerada la mayor feria de electrónica de consumo y que continuarán "luchando para que CES sea más inclusiva".
En octubre de 2018, CES (siglas en inglés de "Muestra de Electrónica de Consumo") le entregó un premio a la innovación a Osé, un vibrador robótico de "manos libres", pero que luego le retiró bajo el argumento de que la feria excluía este tipo de juguetes sexuales.
"CES retiró el premio alegando que el juguete era inmoral, obsceno, indecente y profano", dijo Haddock. "Aun así no estaban aplicando los mismos prejuicios con los juguetes sexuales masculinos", matizó la fundadora de la firma.
La presión que ejercieron muchos usuarios ha logrado que la feria se retractara y restaurase el premio a la empresa, que desarrolló su juguete sexual de la mano de investigadores de la Universidad Estatal de Oregón.
La empresa, que consta de 14 empleados, asegura que la micro-robótica avanzada que se ha utilizado para el desarrollo del aparato permite que imite las sensaciones de la boca, la lengua y los dedos de una persona, en una experiencia semejante a la de "una pareja ideal", según la web de la compañía.
La empresa ha recaudado 2 millones de dólares adicionales de nuevos inversores, lo que le ha permitido acumular un total de 3,4 millones de dólares para lanzar su producto al mercado, previsto para el otoño estadounidense de este 2019. Por su parte, CES lanzó un comunicado afirmando que no habían gestionado bien el asunto del premio y ofrecieron sus disculpas a la compañía, con sede en Bend.