EXISTEN NUMEROSAS EVIDENCIAS CIENTÍFICAS SOBRE SUS EFECTOS BENEFICIOSOS

Demuestran que la cerveza es baja en calorías y no engorda

El consumo moderado de cerveza no provoca un aumento de peso ni modificaciones en la composición corporal y puede formar parte de una alimentación equilibrada debido a las propiedades que le confieren su baja graduación alcohólica y las materias primas con las que está elaborada.

ondacero.es

Madrid | 26.06.2017 18:08

Jarras de  cervezas
Jarras de cervezas | beeroperipeteies.com

Este ha sido el eje central del encuentro 'La cerveza y buena salud', organizado por la Clínica Montpellier de Zaragoza y el Centro de Información Cerveza y Salud. Durante la jornada, el profesor de Nutrición Humana y Dietética de la Universidad Complutense de Madrid, Jesús Román Martínez, ha señalado que la aportación calórica de la cerveza es muy baja: 45 kcal./100 ml. en el caso de cerveza tradicional y 17kcal./100 ml. en el caso de la cerveza sin alcohol.

De hecho, un estudio concluye que su consumo moderado no afecta al peso ni a la composición corporal, desmontando así el mito de la "barriga cervecera". El profesor Martínez ha explicado que, en general, el consumo moderado de bebidas fermentadas puede formar parte de una alimentación saludable dentro de la dieta mediterránea actual, pero hay que tener en cuenta que los efectos beneficiosos de estas bebidas se observan solo cuando el consumo es moderado y responsable, por parte de adultos sanos, en el marco de una alimentación equilibrada.

Según el estudio 'Asociación entre el consumo moderado de cerveza tradicional y sin alcohol y la composición corporal', el consumo moderado de cerveza no provoca un aumento de peso ni modificaciones en la composición corporal. Las mediciones antropométricas realizadas a los participantes, determinaron que el consumo moderado de cerveza, tanto tradicional como sin alcohol, no modifica la circunferencia del brazo, cadera y cintura; y tampoco provoca alteraciones significativas en los pliegues cutáneos.

Investigaciones internacionales también han ratifican estas conclusiones y han apuntado que el consumo de cerveza no produce un aumento de la circunferencia de la cintura. Así, la investigación 'La cerveza y la obesidad: un estudio transversal' indica que es improbable que una ingesta habitual de cerveza esté relacionada con un aumento significativo en el índice de masa corporal y en el índice cintura-cadera.

Por su parte, la doctora Rocío Mateo Gallego ha explicado que existen numerosas evidencias científicas sobre los posibles efectos beneficiosos del consumo moderado de bebidas fermentadas en la salud cardiovascular. Según un estudio, el lúpulo contenido en la cerveza podría influir positivamente en los parámetros sanguíneos del metabolismo oxidativo, evitando la oxidación de las células. La investigación afirma que, tras el consumo de cerveza sin alcohol, hay una reducción en los biomarcadores de inflamación y en el daño oxidativo, y un aumento en la defensa antioxidante, implicaciones importantes en las enfermedades cardiovasculares.

También se ha comprobado científicamente, que, tras un consumo moderado de cerveza, la concentración de colesterol denominado bueno, fracción HDL del colesterol, podría experimentar un aumento en sangre, que se asocia a un menor riesgo de cardiopatías isquémicas y, en general, participa en la protección del organismo frente a enfermedades cardiovasculares. Asimismo, cada vez hay más datos que indican que el consumo moderado de cerveza también podría contribuir a la reducción del riesgo cardiovascular.

Por otra parte, la cerveza contiene varios ingredientes relacionados con la salud ósea, como el silicio, que promueve la densidad ósea y evita la pérdida de hueso, o los fitoestrógenos, que están asociados a la mejora de los síntomas de la menopausia y la prevención de la osteoporosis. El silicio es un elemento esencial en los procesos de calcificación de los huesos y, posiblemente, en el tejido conectivo. Así, la cerveza contiene aproximadamente 36 mg./l. de silicio biodisponible, por lo que se considera una fuente importante de este elemento .

Cada vez más datos sugieren que el consumo moderado de cerveza también podría tener una relación en forma de U con la osteoporosis, es decir que un consumo de ligero a moderado de cerveza podría reducir el riesgo de osteoporosis y fracturas; y que el consumo moderado de cerveza se relaciona con una mayor densidad mineral ósea en hombres y mujeres de más de 60 años.

Desde su fundación en 1998, el Centro de Información Cerveza y Salud, entidad de carácter científico que promueve la investigación sobre las propiedades nutricionales del consumo moderado de cerveza y su relación con la salud, ha querido dar respuesta a la demanda informativa existente en torno a esta bebida. Así, ha apoyado todas aquellas iniciativas relacionadas con su investigación y ha proporcionado a los profesionales sanitarios y la sociedad información objetiva y contrastada, bajo la supervisión de los profesionales de la medicina, la dietética y la nutrición que conforman el Comité Científico de esta entidad.