TECNOLOGÍA

Así es la nueva normativa de la UE que ya afecta a tu teléfono móvil

Desde este 20 de junio, la Unión Europea establece determinadas obligaciones que afectan a tu dispositivo móvil.

La nueva función de iOS 26 para acabar con las llamadas 'spam': el iPhone contestará por sí solo

Cuándo sale iOS 26: todos los iPhone que podrán instalarlo

A.M.

Madrid |

Imagen de archivo de una persona que utiliza su teléfono móvil.
Imagen de archivo de una persona que utiliza su teléfono móvil. | Pixabay

La Unión Europea establece una nueva normativa para los dispositivos móviles que ha entrado en vigor el pasado 20 de junio. El texto, enmarcado dentro del Reglamento (UE) 2023/1669 de la Comisión de 16 de junio de 2023, obliga a los fabricantes a cumplir con determinados supuestos con el objetivo de poner fin a la obsolescencia programada.

La UE quiere alargar así la vida útil de los dispositivos, sean teléfonos móviles o tablets, y lo hace poniendo plazos mínimos para las actualizaciones de los mismos. A partir de este 20 de junio, los fabricantes deberán dar soporte gratuito con actualizaciones a los dispositivos durante al menos cinco años.

Esta obligación no significa que nuestro dispositivo vaya a recibir todo tipo de nuevas actualizaciones durante ese tiempo, ya que el fabricante puede combinar varios años con actualizaciones 'masivas' del sistema operativo con el último tiempo obligatorio solo con parches de seguridad.

Así, la normativa enumeras tres tipos de actualizaciones:

  • Actualizaciones de seguridad: Parches de seguridad cuya finalidad es proporcionar "mayor seguridad" al dispositivo.
  • Actualizaciones correctoras: Parches con el fin de corregir fallos, errores o defectos de funcionamiento en el sistema operativo.
  • Actualizaciones de funcionalidad: Actualización cuyo único objetivo principal es aplicar nuevas funcionalidades.

Empresas como Apple ya cumplen con esta nueva norma, ya que dan soporte a sus dispositivos durante más de cinco años, en algunos casos llegando incluso a siete años tras el lanzamiento de dicho dispositivo.

La meta de la UE pasa por que los clientes obtengan un dispositivo duradero tras su compra, para así también facilitar su soporte post-venta, reparación, resistencia o vida útil de la batería del mismo.

Otra de las novedades de la normativa es la del etiquetado energético, algo similar a lo que vemos en electrodomésticos, mostrando una escala de la A a la G que tiene en cuenta el propio dispositivo, su batería o resistencia.