La Guardia Civil tiene previsto inspeccionar también una finca ubicada en el término municipal de Santa Cruz de la Zarza, en Toledo, propiedad de la mujer desaparecida para determinar si el detenido trasladó allí restos humanos.
Por este suceso permanece en prisión el casero de la mujer, un hombre de 32 años que, según las hipótesis que maneja la Guardia Civil, pudo matar a la mujer, triturar sus restos y arrojarlos a un contenedor de bolsas de basura.
Un vecino relató que había visto al casero saliendo de la vivienda con varias bolsas de basura, pocos días antes de que la familia denunciara su desaparición, y de ahí esa hipótesis.
El detenido intentó confundir a los familiares y compañeros de trabajo de Adriana mandando mensajes de texto con su teléfono. Además, viajó con el terminal a Barcelona para confundir a los agentes.
Además, los agentes han localizado a los seis inquilinos que estuvieron alquilados en el mismo chalet de la mujer con anterioridad. Los vecinos de la desaparecida contaron que, en la vivienda, habían vivido otros inquilinos a los que habían dejado de ver, sospechando que también les hubiera pasado algo.