Según un estudio realizado en el Centro penitenciario de Brians 1 con la Universidad de Barcelona, que comparó la reincidencia delictiva de un grupo de internos que habían participado en el programa de Control de la Agresividad Sexual denominado SAC, fue de un 5%, es decir, casi el 95% de los internos condenados por delitos sexuales, que realizan el SAC no vuelve a delinquir en un delito de estas características. Por el contrario, el grupo de internos por delitos sexuales que no habían participado en el programa específico de intervención tenían un nivel de reincidencia del 31'8%.
Es evidente que los delitos de agresión sexual generan una gran alarma social, las consecuencias de los mismos en donde se ve afectada la integridad de una persona, generan temor en la sociedad y si además las víctimas son menores el impacto de estos hechos se multiplica.
Este tipo de noticias que agreden a los más íntimo de la persona suelen situarse en titulares, en muchos, expertos afirman que no es posible reinsertar a abusadores sexuales.
El estudio de Brians 1 es muy importante porque demuestra como el índice en el descenso de la reincidencia de estos delincuentes sí tiene relación con las terapias específicas a las que se sometan en prisión, siempre que sea de manera voluntaria.
Mi experiencia cuando el 12 de noviembre fui al Centro Penitenciario de Brians 1 en Cataluña, fue dificil y a la par esperanzadora, porque desde 1995 esta cárcel desarolla el programa SAC o de intervención y control de la agresividad sexual y son pioneros en la reinserción de internos penados que hayan cometido uno o más delitos de violencia sexual.
Según entraba en Brians no tuve una sensación especial a pesar de ser la primera vez que pisaba una cárcel, de hecho no parecía más que un centro educativo, pero de repente tras entregar varias veces mi DNI, las puertas se cerraban bruscamente tras de mi; ese sonido sí que me sobresaltó. No estaba en ningún colegio y a quienes iba a entrevistar no eran inocentes colegiales, sino personas que habían cometido algunos de los delitos más despreciables para la sociedad.
Me habían invitado a ver una terapia dada a delincuentes con delitos por agresión sexual, dada por el psicólogo social Víctor Company, en la que estaban presentes : violadores, pederastas y condenados por tráfico mujeres.
Entré en la sala, era la biblioteca, allí varios hombres se giraron al unísono para mirarme y saludarme cortésmente , era un grupo de 10 individuos de los 100 internos que actualmente cumplen condena en Brians 1 por delitos de agresión sexual. Me senté como “una más" entre ellos y se fueron presentando : nombre, edad, delito y condena, ufff realmente aquellos hombres habían hecho cosas repugnantes y como periodista no quería escuchar sus razones o “excusas” para realizar sus delitos, mi objetivo es saber si esas personas cuando salgan no volverán a ser un peligro para la sociedad, y si hay terapias que eviten su reincidencia darlas voz para como ciudadana exigir que este tipo de programas se extiendan a otros Centros Penitenciarios.