Para los espectadores de Antena 3, la ficción creada por Julian Fellowes se despidió con la incógnita sobre el futuro de Mary y Matthew, ansiosos por ser padres. El resto de la familia Crawley trata de asimilar, poco a poco, la ausencia de Lady Sibyl, mientras la mediana de las hermanas, Lady Edith, continúa publicando en un periódico con cuyo editor mantiene una relación muy especial. Por su parte, entre los componentes del servicio, Thomas finalmente respira tranquilo, gracias a la intervención del Conde y de su compañero John Bates, tras la trampa que tendió O’Brien y que provocó varios enfrentamientos con sus compañeros.
En la cuarta temporada de la serie son varias las caras nuevas que podremos encontrarnos en sus nueve episodios. Lily James, que ya apareció en la entrega anterior, se convierte con su papel de Lady Rose McClere en personaje fijo. Junto a ella encontraremos a Tom Cullen (Black Mirror) en el papel de Lord Gillingham, Julian Ovenden (Cashmere Mafia) interpretando al aristócrata Charles Blake y Harriet Walter (Law & Order:UK) como Shackleton, amiga de la inigualable Condesa Viuda de Grantham. También tendrá especial relevancia en la trama Jack Ross, personaje interpretado Gary Carr que servirá para reflejar cómo se trataba en la época a las personas de raza negra.
La acción de la cuarta temporada transcurre en 1922, un año muy importante para la política inglesa, ya que en febrero finalizó el protectorado de Reino Unido sobre Egipto. A pesar de que ya ha quedado lejos la I Guerra Mundial, la economía del país todavía se resiente, mientras la política interna del país sigue siendo convulsa. Pero los Crawley, desde su posición privilegiada, nos aguardan con una temporada cargada de viajes y fiestas en las que el devenir de un país simplemente son un tema más que comentar tras la cena.