JJOO 2012 | BALONCESTO

Plata para una España de oro ante Estados Unidos en una final espectacular

Inmenso partido de baloncesto el visto en la final de los JJOO de Londres 2012 y que terminó con el triunfo de Estados Unidos ante España por 107-100. Los norteamericanos revalidan la medalla de oro que consiguieron en Pekín en un encuentro en el que los de Scariolo se negaron a rendirse y pelearon hasta el último instante

ondacero.es

Madrid | 12.08.2012 00:00

Los chicos del baloncesto, con la plata
Los chicos del baloncesto, con la plata | EFE

Menudo señor partido de baloncesto que pudimos disfrutar en la final de los JJOO de Londres. El duelo en Pekín quedó en nada con el espectáculo que ofrecieron Estados Unidos y España y que terminó con los norteamericanos logrando el oro con su triunfo por 107-100 en un encuentro en el que los de Scariolo demostraron su fuerza y su coraje.

Es posible. Ése era el lema en las redes sociales para animar a España en esta final ante Estados Unidos, ante la todopoderosa Estados Unidos. Unos Estados Unidos que han contado sus partidos por victorias. Y por palizas, pero unos Estados Unidos conocedores de que, de haber un equipo que les pueda ganar, ése es España.

Tocaba luchar. Tocaba soñar. Tocaba, por qué no, ganar el oro. Navarro lo quería, y Navarro lideró el primer cuarto español anotando desde todos los ángulos. De tres, de dos, de tiro libre... la mejor versión del azulgrana se dejó caer por Londres en el día más importante. En el día de la final.

Pero claro, en frente estaba el Team USA, el intento de Dream Team por parte de los Kobe Bryant, Durant y compañía. Estados Unidos contrarrestó el gran ataque español con un total de 35 puntos en el primer cuarto. Y así, con esa eficacia en los tiros de tres de los estadounidenses, era difícil.

Un segundo cuarto inolvidable
Difícil, que no imposible. Porque para esta España no hay nada imposible. Imposible era aburrirse con este partido, un partido en el que llegamos al descanso con 59-58, gracias a un segundo cuarto inmenso que nos ofrecieron ambos equipos en el que España siguió con su recital ofensivo y aumentó su intensidad defensiva... con el coste que ello conlleva de faltas.

Con todo, España se fue al descanso sólo un punto por debajo de la todopoderosa selección norteamericana. Y es que el partido era un constante ir y venir de una canasta a otra, un constante goteo de puntos a los marcadores de ambos equipos en el que tan pronto era Estados Unidos quien iba por delante como era España.

Quedaban dos cuartos. Dos cuartos en los que luchar. Dos cuartos en los que estaba prohíbido rendirse. En los que había que creer más que nunca en la victoria, en la primera victoria de España ante Estados Unidos en unos JJOO. En pensar más que nunca que el oro era posible.

España, a uno a falta de un cuarto
Y más posible parecía tras el tercer cuarto, porque tras el descanso el guión no cambió y, aunque Estados Unidos llevaba la voz cantante en el partido, España no se vino abajo por más dificultades que se presentaban, por más complicado que estuviera o por más que hicieran los norteamericanos por alejarse en el marcador. Pero, cuanto más se alejaban, más luchaba España.

También luchaban los de Estados Unidos, practicantes de un juego al límite del reglamento en bastantes ocasiones que los árbitros obviaron a menudo. Pero con todo España sabía que la oportunidad era única, que estas ocasiones sólo pasan una vez, o dos, en la vida, y afrotaron el último cuarto a uno de la mejor selección de baloncesto del mundo.

Y en la mejor selección de baloncesto del mundo juegan jugadores que se salen de lo normal. Como Kevin Durant, que sacó la muñeca a pasear para destrozar a triples a la selección en el último cuarto. No fue el único, porque los norteamericanos salieron como motos en estos momentos finales y los árbitros salieron igualmente permisivos con ellos.

Luchando hasta el final
Aún con eso, España seguía en su empeño de hacer que los estadounidenses sudaran y que se pusieran nerviosos algo que, por otra parte, sucedió durante bastantes momentos a lo largo de un encuentro en el que los nuestros no perdieron la cara para protagonizar uno de los mejores partidos de baloncesto de la historia. El mejor partido de baloncesto de los últimos tiempos.

Uno de esos que no quieres que terminen, que quieres seguir disfrutando durante más tiempo. Pero, como todo en esta vida, terminó. Y terminó con los estadounidenses llevándose el oro al derrotar por 105-100 y con los españoles con una plata dorada al cuello demostrando que sí se puede.