No conozco a nadie que no sea de un equipo de fútbol. Bien es cierto que hay muchas personas que no son aficionadas, pero a la hora de la verdad, sienten cierta atracción por un club concreto, el de su ciudad, al que perteneció su padre, o simplemente lo escogen porque sí. Hasta los hombres menos terrenales sienten esa pasión por sus equipos de fútbol. Hablo por supuesto de los Papas.
El pasado miércoles 13, el mundo se paralizó viendo el nombramiento del Papa Francisco a través de la televisión. En la redacción, la escena por supuesto no era otra, sin embargo hubo quien ya mostraba su preocupación ¿y si se alarga y coincide con el partido de Champions? A más de uno se le puso cara de preocupación. Lo que ninguno de nosotros podía haberse imaginado es que el 16 de octubre de 1978, día en el que fue nombrado Papa Juan Pablo II, el pontífice desde el balcón del Vaticano dijo que sería breve “para no fastidiar a aquellos que quisieran ver el fútbol”
Juan Pablo II sabía lo que decía, fue portero amateur del MKS Cracovia de su Polonia natal, convirtiéndose tras su nombramiento en el aficionado más famoso del equipo. Llegó a tener el carnet de tres clubes diferentes, recibió el 108 mil del Barcelona, el Schalke 04 le nombró socio distinguido y el Real Madrid socio simpatizante.
Benedicto XVI fue un aficionado confeso del Bayern de Múnich, nunca practicó el deporte rey, sin embargo se preocupaba por el estado de su club. ¿Se imaginan ustedes al Papa llamando por teléfono al entrenador de su equipo para saber cómo estaba la plantilla? El técnico italiano Giovanni Trapattoni sí, Ratzinger de vez en cuando le telefoneaba para interesarse por el estado de forma del Bayern.
Una vez nombrado Papa, la prensa de todo el mundo se dispuso a buscar información sobre Francisco. Algunos asombrados descubrían que el pontífice tenía otra pasión bastante más terrenal llamada San Lorenzo. El club argentino, ya ha anunciado la intención de nombrar a Bergoglio socio honorario porque “es un hincha de toda la vida”
Otra de las grandes preguntas tras su nombramiento fue el nombre ¿por qué Francisco? Los aficionados del San Lorenzo de Almagro no creen que sea por San Francisco de Asís sino por José Francisco “El Nene” máximo anotador del club argentino.
Hay quien respiró tranquilo recordando la profecía de Nostradamus. El Papa no es negro, estamos salvados. Siento decirles que quizá no sea del todo así. Los aficionados del Real Madrid, merengues, los de Barcelona culés y los de San Lorenzo, cuervos. Se les llama así por uno de los fundadores del club, el sacerdote Lorenzo Massa, que siempre iba con sotana negra. Tenemos un cuervo en el Vaticano, vayan preparando su lista de últimos deseos, el fin del mundo puede que esté cerca.