La institución provincial se arremanga para comenzar la siega de las retribuciones de los cargos públicos, una la operación bikini para la institución provincial que viene con el vaso muy saturado de dispendios. Ya eran horas….porque los sueldos de varios miles de euros, son escandalosos para un momento en el descendiente mercado laboral asume el pago de impuestos, entre los que están las remuneraciones de los políticos. En líneas generales, entre las medidas de austeridad de la Diputación, que ya son años de festival en las espaldas, se reduce en un 25% el número de asesores (es decir de 29 a 24), se reduce un 33% el gasto en escoltas, la paga de navidad para asesores se elimina, se reducen los vehículos oficiales y la sociedad Vicasdi suspende actividad. Los sueldos de la corporación bajan entre el 9% y el 25%. Y el salario del Presidente se reduce en un 25%, aún con esas, Javier Moliner llegará seguro a final de mes. La bajada de sueldos de la corporación es por toda la legislatura. La asistencia a comisiones y plenos baja un 24%. Y otro gesto: el Presidente se retrasa el pago de su nómina tantos días como se retrase el pago a proveedores. La medida implica un giro importante, pero llega tarde y casi de forma forzosa con los ajustes que el gobierno central y el puñetazo de la prima de riesgo española.
Es un cambio, como la reprobación del presidente del congreso de los Diputados al “que se jodan” de Andrea Fabra. Lo que pasa es que toda esta operación bikini, llega sobre una administración obesa de gente improductiva, bulímica de picaresca a golpe de carnet de partido, en unos niveles de colesterol que difícilmente se pueden bajar con la voluntad de dejar de comer. Castellón está enferma, nuestro bien más preciado, los jóvenes comienzan a emigrar, estamos en estado de metástasis.
