Un país con 145.000 cargos públicos y muchos de ellos con sueldos vitalicios, es muy difícil de mantener.
La capital de La Plana, ha tenido que prescindir de las obras faraónicas para imprimir cordura en lo que es su ordenación, es el caso del Centro de Convenciones de Calatrava, cuyo proyecto ya ha costado millones a las arcas públicas. En Castellón tenemos un Plan General de Ordenación Urbana que ha traído muchos quebraderos de cabeza, sobretodo con el planeamiento de la zona de Mestrets-Bovalar, donde se iban a construir viviendas sociales, se expropió a los propietarios, algunos sufrieron el cáncer de ver cómo se demolían sus casas, y más tarde se tuvieron que merendar que la justicia les daba la razón.
En aras de ordenar toda la proyección de la capital de La Plana, con un PGOU que se ha quedado antiguo, que ha sido anulado por el TSJCV, que está a la espera de la resolución del Tribunal Supremo ante un recurso de casación de esa anulación, el ayuntamiento de Castellón ha presentado la primera propuesta del nuevo PGOU que podría entrar en vigor para 2015.
Al alcalde de Castellón le ha tocado parchear, enmendar, poner cordura a los coletazos de aquellos tiempos en los que todos enloquecimos y nos creímos tener más de lo que teníamos…pero ¿dónde están las responsabilidades políticas de los que gestionaron mal? Porque el particular que se endeudó por encima de sus posibilidades ahora paga sus excesos, los excesos de nuestros gobernantes irresponsables los pagamos entre todos.