“Los enemigos están dentro del partido”

LAS MALAS LENGUAS

“Los enemigos están dentro del partido” y el engranaje del partido impide muchas veces cualquier tipo de maniobra, es absolutamente evidente a la vista de los hechos. No solo por la vergüenza que ha sufrido el Grupo Municipal Socialista en el ayuntamiento de Castellón, ante el vacío generado durante tantos meses en el sillón de la concejalía que obtuvo el concejal socialista Juan María Calles, que por cierto, está de cuerpo presente en los plenos del ayuntamiento.

ondacero.es

Castellón | 13.06.2013 00:00

También en filas de cualquier otro partido, especialmente los mayoritarios, que son los que se ven, sus integrantes tienen que sufrir la vergüenza interna de compartir siglas de partido con una lista de imputados, que como dueños de su acta de conseller o concejal, tienen absoluta impunidad para seguir cobrando como cargo público cuando su honra está manchada. Alberto Fabra, lo ha dicho muy claro, ha apostado firmemente para, sin dejar de respetar el principio de presunción de inocencia, el sistema pueda tener mecanismos fáciles para apartar a cualquier imputado de sus funciones públicas. No le tiembla la mano a Fabra, y parece que cuenta con todo el apoyo de Rajoy, el problema serán, en un futuro no muy lejano, los apoyos con los que cuente dentro de su mismo partido.

De momento, Alberto Fabra, no tiene del todo el visto bueno de los más cercanos. Primero saltó a la voz pública, una factura por la que la Generalitat iba a financiar un  fue lo de couching personal para Alberto, extremo que asumió el propio presidente, para zanjar la cuestión de inmediato. Este fin de semana ha saltado a la prensa una nueva reestructuración del consell que suprime a los delegados del consell en las provincias, puestos cuyas competencias se absorberán desde la nueva secretaria autonómica de Organización, Coordinación y Relaciones Institucionales de la Generalitat.

Las malas lenguas dicen que entre Alberto y Esther Pastor existe una estrecha relación desde que en 2005, ésta le llevara su agenda personal ya en el ayuntamiento de Castellón. Sin embargo, fuera de toda valoración personal sobre la vida privada de un cargo público, habría que seguir la pista de los comentarios, un humo que quizá tiene más el sello del PP, que el del mismo PSOE.