La subasta del Banco Central Europeo es, no sólo una oportunidad de negocio para las entidades, sino también la ocasión de que los bancos pongan de su parte en esta crisis. Por más que el Gobierno se afane en políticas de ajuste, por más que trate de cuadrar números, si el dinero no empieza a circular para generar riqueza, los resultados serán muy limitados.