La trama en la que esté basada la serie resulta importa a la hora de proyectar una imagen u otra en los espectadores y en muchas ocasiones está fuera del alcance de las doctrinas o deseos del ayuntamiento. Por ello, y a pesar de que en un primer momento todo son ventajas, son varias las corporaciones que hubiesen preferido no haber sido elegidas como escenario de una ficción televisiva. Algo parecido sucedió en Baltimore, con la serie que prácticamente la dio a conocer al mundo, The Wire. El ayuntamiento pidió a David Simon que rodase la serie en otra ciudad, ya que el retrato que estaba ofreciendo de la Baltimore no era el más deseado por ellos. Y es que la serie, como bien sabréis, retrataba las miserias de la ciudad a través de los traficantes que campaban en ella o los políticos que trataban de dirigirla mientras la corrompían. El creador de la serie aclaró ante la amenaza que se gabase donde se grabase la serie, la historia seguiría estando localizada en Baltimore. Ante la posibilidad de no obtener rendimientos económicos mientras la ofensa continuaba cada semana en la pequeña pantalla, la alcaldía retiró su petición y miró hacía otro lado mientras la caja continuaba creciendo.
Sin embargo, y más allá de si la serie se ocupa de la política, las mujeres bien de la ciudad o de su equipo de fútbol americano, que se ruede una serie de televisión en una ciudad es un negocio muy importante tanto en el plano turístico como en el económico. Al gasto inicial que supone el rodaje en sí mismo, con los gastos en hospedaje, comida y ocio, cualquier ayuntamiento puede esperar una inyección turística en forma fans acérrimos deseosos de pisar los escenarios de la serie de moda. Desde el ochentero interés por Nerja, hasta las miles de líneas escritas describiendo los parajes en los que se rueda Juego de Tronos, son muchas las ciudades que habrán ganado unos cuantos visitantes después de que se rodase una producción en sus calles. Y si no que se lo digan a los lugareños de Lastres, la localidad asturiana que acogió el rodaje de Doctor Mateo y en la que se incrementó notablemente el turismo tras la emisión de la producción en Antena 3 y posteriomente.
En Estados Unidos hay ciudades a las que su propio encanto difumina el interés por algunos escenarios, como es el caso de Nueva York, aunque es fácil encontrar, por ejemplo, fans de Friends en el cruce de calles que alberga el edificio que podíamos ver en la serie. En otras, la imaginación no tiene límites, y una de las rutas turísticas más famosas de la costa este del país es la que recorre escenarios de Los Soprano, la famosa serie de HBO rodada en Nueva Jersey. La última ciudad de moda gracias a la televisión es la cuna del country, Nashville. Escenario de la serie homónima de ABC, protagonizada por Connie Britton y Hayden Panettiere, la producción recorre los escenarios musicales más míticos del género, así como otras bellas estampas de la ciudad bañada por el río Cumberland. Además del impacto global en Nashville, el éxito de la producción ha supuesto además algunos beneficios particuluares. Por un lado las casas en las que viven los protagonistas han encontrado su escaparate y los interesados por vivir en esas atractivas localizaciones han crecido inesperadamente. Por otro, el Blue Bird, el bar en el que trabajan actúan algunos personajes, ha duplicado sus ventas y su lista de espera, así como sus ingresos en merchandising y los artistas que desean subirse a su escenario.