Sobre la provincia de Castellón pesa el interés de las multinacionales que buscan hidrocarburos con la técnica del fracking, una técnica que rompe las capas freáticas para la búsqueda de carburantes en el subsuelo, como es el caso de la firma Montero Energy, que pidió hasta 3 permisos para hacer prospecciones en nuestra provincia. Esta semana el PP de les Corts Valencianes, daba el visto bueno para permitir ese tipo de prospecciones en toda la Comunitat, a la espera de que se realicen estudios. Las alarmas ya han saltado, el PP que se ha opuesto al fracking en Castellón, parece que lo apoya en Valencia.
De momento, en Castellón tenemos estudios que avalan la negativa a estas prospecciones y, tanto la consellería como la Diputación, ya han mostrado su rechazo total y rotundo a este tipo de prácticas. Esperemos que el “Cap i Casal”, se acuerde de nosotros y recuerde, a la hora de legislar que Castellón no quiere fracking, y no pase como con la petición al gobierno central de la rebaja del IVA para les fogueres y las fallas, donde se han olvidado por completo nuestras gaiatas.
En Castellón no queremos fracking pero tampoco prospecciones petrolíferas en nuestra costa. Bajo el lema “Petroli no, Columbretes netes” vecinos del Grao y pescadores de toda la provincia han creado un plataforma para protestar contra la presencia de barcos que emiten ondas sísmicas sobre el suelo marino en busca de posibles bolsas de petróleo. La plataforma denuncia que se desconoce cómo afectarán estas ondas a la vida marina de una zona, como es el caladero de las Islas Columbretes donde desde hace más de una década los pescadores trabajan para cuidar los recursos.
El sector pesquero anda escaldado, especialmente porque de encontrarse petróleo en la costa, se volvería a vivir la experiencia que hace 20 años llevó a la empresa Shell España a construir una plataforma en el mar, una infraestructura por la que merodearon barcos de la calaña del Prestige, y que su reutilización ha traído toda la polémica de los movimientos sísmicos. “Nunca mais” los intereses de las multinacionales debieran prevalecer sobre los intereses de un territorio.