La concurrencia de políticos de todos los signos, como es el caso del concejal del BNV, Enric Nombdedeu que portó en sus propios hombros el féretro, los 7 coches fúnebres repletos de coronas y flores, la banda municipal de Castellón que tocó en la calle y la Coral de Veus de Lledó que participó en una homilía en la que participaron 11 sacerdotes y que fue oficiada por Josep Miquel Francesc, demuestran que Miquel Soler ha sido una persona muy querida por todos en Castellón.
En la política, Miquel Soler se incorporó a la candidatura del PP de Castellón en los 90 y ocupó diferentes delegaciones de gobierno, desde la conservación de patrimonio a servicios públicos pasando por movilidad. Fue secretario dels Cavallers de la Conquesta y miembro de la Cofradía de Lledó e impulsor de la declaración de Basílica de la ermita de Lledó. Impulsor también de las Fiestas de Sant Blai. En la cultura tradicional, será recordado como un histórico miembro de la formación “Els Llauradors”, uno de los grupos de música tradicional más célebres en la capital y cuya música forma parte de la banda sonora de las fiestas de la Magdalena.Miquel Soler era un gran devoto de la mare de Deu de Lledó, y precisamente murió en el momento que se procedía al traslado de la imagen de la virgen a la ciudad, en ese momento sonó por última vez el teléfono de Miquel, era su mujer, anunciando a uno de sus compañeros de “Els Llauradors” que Miquel había expirado. Se terminó la canción que la formación interpretaba y los asistentes homenajearon a su vocalista con un cálido aplauso.
El ayuntamiento de Castellón ha decidido, con muy buen criterio dedicar una calle a Miquel Soler y también poner su nombre en una iniciativa que cada vez cuenta con más adepto, y que fue iniciativa de Miquel: La peregrinación por la ermitas de Castellón, una de las tantas geniales ideas que la persona de Miquel Soler, nos ha dejado como legado en Castellón. Si con una palabra lo tuviera que definir, sería la “concordia”, ese fue su signo.
