Los estudiantes consiguieron sacarla del aula para celebrar allí la conferencia sobre música combativa en la que participó Juanra, el cantante de KOP que cumplió condena por colaboración con ETA. Unas 200 personas jalearon la maniobra “contra la libertad de expresión” que, impidió la libertad de expresión y cátedra a la profesora y que contravino la decisión del Consejo Director de la UJI, quien había prohibido dentro de la universidad este acto programado dentro de la Setmana de Benvinguda de la UJI por “no ser reflejo de la unión de la comunidad de estudiantes”. Se salieron con la suya, provocaron la asistencia de grupos extremistas como España 2000 y consiguieron la foto, el protagonismo y la popularidad que no se merecen.
El rector de la UJI, ya ha anunciado que los estudiantes que protagonizaron estos lamentables hechos serán expedientados, una vez estudiada la gravedad de los hechos, y se enfrentan a una posible expulsión y suspensión de matrícula. Pero la foto ya la tienen, y además de regodearse en lo sucedido tienen la certeza de que sus amenazas han tenido calado.Y como entre amenazas anda la cosa, las que cumplió el agresor de Oropesa, el hombre de 38 años, que apuñaló la madrugada del martes a su pareja en presencia de los hijos de 6 y 14 años. Precisamente fue el hijo de 14 quien dio aviso a la policía tras presenciar el fatídico episodio.
El sujeto, que luego intentó quitarse la vida, tenía varias denuncias por violencia de género y, quien sabe si actuó animado por el doble crimen de Vila-real, que los medios nos hemos aventurado en calificar como un caso más de violencia de género cuando el móvil del crimen todavía no está muy claro. Hay días que es muy difícil contar noticias, porque nos debatamos en los calificativos que sean, estos no quitan drama al asunto, y a la ligereza con la que en esta sociedad nos saltamos la línea de lo más sagrado