Tenía 65 años

Adiós tío Phil

A pesar de contar con una extensa carrera televisiva, que comenzó en los años ochenta, James Avery pasó a engrosar la memoria televisiva colectiva como el tío Phil, allá por los noventa. Su  papel de tío-padre gruñón en la famosa serie emitida por Antena 3 El Príncipe de Bel Air le sirvió para ser reconocido por todos en su personaje, el del siempre temible tío Phil, algo a lo que también ayudó que tras el final de la serie poco se supiera de él. Hasta que el comienzo del 2014 nos sorprendía con la noticia de su muerte, que se produjo en la noche del día 31, debido a unas complicaciones en la operación a corazón abierto a la que había sido sometido.

ondacero.es

Madrid | 02.01.2014 00:44

James Avery
James Avery encarnando al tío Phil en El Príncipe de Bel Air. | A3

Estrenada en España en 1992, El Príncipe de Bel Air se convirtió durante seis temporadas en un ingrediente esencial de las sobremesas de nuestro país. Mientras comíamos veíamos a como Will llevaba a cabo uno de sus terribles planes, con la complicidad de su primo Carlton, la permisividad de su tía Vivian y la atenta mirada de Geoffrey, el criado de origen inglés. Para arreglar los enredos en los que se veían envueltos Will y Carlton ahí estaba el tío Phil, para defender sus intereses, o para convertirse en la peor de las pesadillas de su descarado sobrino. Pero no era el único que sufría su peculiar forma de ser.

Tras participar en ciento cuarenta y siete episodios, la totalidad de la serie, Avery volvió a ocupar el lugar silencioso del que había llegado a la famosa producción, a pesar de que tuvo la oportunidad de protagonizar Sparks, una serie poco conocida en la que interpretaba a un abogado, de 1996 a 1998. Secundario en multitud de series de televisión tanto de primera como de segunda línea, sus últimos trabajos más conocidos son el papel del Dr. Crippen en The Closer o sus participaciones puntuales en Harry’s Law y Anatomía de Grey. En su extenso curriculum, en el que encontramos más de ciento setenta producciones, también ocupa un lugar importante su faceta como doblador, ya fuese en videojuegos o series de animación.

En definitiva, un historial televisivo discreto que, gracias a un papel tan común como singular, consiguió ganarse un hueco en el recuerdo de la audiencia gracias al éxito de El Príncipe de Bel Air. A pesar del carácter desagradable del personaje y su rol de aguafiestas. ¡¡Hasta siempre tío Phil!!