Kostas ha visto como este país tocaba lo más alto; el derroche, los sueldos, la época dorada en tierras helenas. Desde hace 6 años se lamenta noche y día, sufre de insomnio, él dice que hasta que Grecia no vuelva a brillar seguirá luchando.
Recuerdo el primer día que lo conocí, estaba solo y apenas podía ver. Habló durante 2 horas, pensé que no volvería a llamar a esa puerta nunca más, pero ese hombre me estaba contando su historia. Ingeniero, 4 idiomas y 5 países a sus espaldas, un guerrero griego. De la Dictadura de los Coroneles al desfase de las olimpiadas, no se ha dejado nada sin explicarme. El “Viejito Kostas”, como yo lo llamo, me ha dado más de lo yo me merecía.
“Sigue luchando tu puedes con esto”, repetía. Tozudo y cabezón quien mejor que él, que dejó su país cinco veces en busca de una oportunidad, para darme lecciones de valentía. “Los fracasos te harán fuerte no lo olvides, nunca seas una cobarde”, es una de sus frases que se ha grabado en mi memoria. Ahora no sé cómo explicarle que me voy como una cobarde, con la sensación de haber fracasado y sin esperanza.
Le ponía siempre la radio española, Onda Cero, le grababa los programas y se pasaba las tardes escuchando. Decía que era el idioma más bonito del mundo y se enfadaba cuando me escuchaba nerviosa. “ Habla bien Malaka”, se quejaba. Hoy cuando le diga adiós al “Viejito Kostas” entrará en cólera, refunfuñará en griego y después me dará una bolsa con regalos porque así son los griegos.
ευχαριστώ Ελλάδα