Pasaban 7 minutos de las 18:00 horas de la tarde, después de las cuarta votación de los 133 cardenales del cónclave en la capilla Sixtina, cuando se veía la fumata blanca desde la plaza de San Pedro.
Una hora después escuchamos "Habemus Papam" y al balcón de asomó, emocionado, León XIV, el primer papa norteamericano, agustino, misionero, natural de Chicago, con nacionalidad peruana, de ascendencia española. Robet Francis Prevost de blanco y rojo, 69 años, sucesor del papa Francisco, también saludó en nuestra lengua, la que nació en los monasterios de San Millán de la Cogolla en el que habitan monjes Agustinos Recoletos.
José Ramón Pérez, prior del monasterio de Yuso, vicario general de los Agustinos, que hasta hace 3 años ejercía desde Roma donde convivió con el papa; le conoce de cerca, y nos ha acercado su testimonio. Lo define como un hombre cercano, acogedor, amable y con mentalidad abierta. Destaca su experiencia como misionero en Perú y Venezuela.