Pasadas las dos de la tarde de ayer se produjo un derrumbe parcial, pero de grandes dimensiones en un edificio del número 7 de la calle Olivo de Calahorra, por suerte sin daños personales, pero que ha generado la necesidad, por el riesgo existente, de proceder a la demolición total del edificio. La alcaldesa de Calahorra, Mónica Arceiz, nos explica cómo ocurrieron los hechos.
La persona que vivía en el edificio se alojará con unos familiares y se ha realojado a la ocupante de la vivienda de enfrente, para evitar cualquier riesgo. Ya desde el primer momento se iniciaron las labores para asegurar la zona y demoler los restos, pero las labores no son sencillas, al ser una calle muy estrecha que impide el cómodo acceso de la maquinaria, por lo que se ha tenido que adoptar la siguiente solución.
Más allá del problema concreto de lo ocurrido ayer, preocupa la situación general del casco antiguo, donde se producen, recurrentemente, situaciones similares. Por ello, tras una reunión con los servicios municipales, el Ayuntamiento decidió acometer un plan de choque con una estrategia a corto, medio y más largo plazo. Se estima que hay unas 178 viviendas con problemas, de las que 28 están en mayor riesgo, por lo que se hará un completo análisis de la situación.
