Se han localizado cuatro esqueletos parciales pertenecientes a espinosáuridos y un quinto más completo que rivalizaría, incluso, con el icónico dinosaurio inglés Baryonyx.
Los restos están depositados en el Centro Paleontológico de Igea y convierten a La Rioja en una región clave para la comprensión de la evolución de este grupo de dinosaurios.
Los restos se corresponden con un animal que medía casi 3 metros de altura, pesaba más de 1.000 kilos y presentaba una longitud de 8 metros.
Esta nueva especie de espinosáuridos se sumaría a las tres existentes en la actualidad en la Península Ibérica, que son el "Vallibonavenatrix", localizado en Castellón; el "Camarillasaurus", en Teruel; y el "Iberospinus", en Portugal.
Los espinosáuridos se caracterizan por tener un cráneo alargado y dientes cónicos como los de los cocodrilos, lo que los convirtió en superdepredadores, principalmente, de peces, pero también de otros animales, como lagartos y cocodrilos.
Probablemente, estos animales habitaron estos parajes riojanos hace 120 millones de años en torno a la orilla de un gran lago para atrapar peces y otros vertebrados en lugar de nadar activamente.