Informes psicológicos descartan enfermedad mental alguna

Crimen de Lardero: Almeida tenía indemnes sus capacidades mentales

Especialistas que realizaron un examen pericial sobre la salud mental de Almeida días después de los hechos afirman en un informe que el acusado tenía “indemnes” sus capacidades sicológicas, es decir, que no tenía enfermedad mental alguna.

Onda Cero La Rioja

Logroño | 23.03.2023 12:43

Interior del piso donde vivía Francisco Javier Almeida
Interior del piso donde vivía Francisco Javier Almeida | Guardia Civil

En una comparecencia por videoconferencia desde el Instituto de Medicina Legal de Ávila, responsables del reconocimiento médico-forense que se realizó a Almeida cuando se encontraba preso en la cárcel de Segovia afirman que el acusado no padece alteración psicopatológica alguna; ni cognitiva, ni de memoria ni de comprensión.

Revelan que no tomaba medicación para enfermedad mental alguna (sino para la hipertensión) y que tampoco tenía afectadas sus facultades como consecuencia del alcohol.

Pero, sobre todo, y al contrario de lo que refiere el propio acusado, el informe señala que Almeida era perfectamente consciente de lo que estaba haciendo dado que no tenía alterado ni su conocimiento ni su voluntad.

El informe psiquiátrico descarta alteraciones en la memoria y la consciencia de Almeida. También, que "conoce la ilicitud del hecho, se mueve por sus deseos, su voluntad y su convicción".

Huellas de Alex en el salón y restos en el dormitorio

En otra declaración ante el tribunal, técnicos que trabajaron en la escena del crimen en el análisis con la denominada “luz forense” (que permite detectar aspectos que ocularmente pueden pasar desapercibidos) re han ratificado en su informe elaborado al día siguiente de suceder los hechos.

Informe que constata pisadas de los zapatos de Alex en el salón de la vivienda y restos de la peluca que llevaba aquel día y prendas del niño en el dormitorio; prendas que Almeida olvidó cuando abandonó el piso con el pequeño en brazos ya sin vida…

Los guardias civiles analizaron exhaustivamente esa vivienda. Un piso en general sucio y con bastante desorden en cuyo salón sobre la mesa había varias botellas de cerveza.

En el salón puede verse, además, una jaula con un pájaro. Señuelo que utilizaba, presuntamente, Almeida para traer a los niños a su casa.