Se celebra el Día Mundial de la Diabetes, una enfermedad crónica que afecta a casi 154.000 vascos y vascas, es decir, el 6,75% de la población de Euskadi padece diabetes. De los 153.961 pacientes con diabetes identificados por Osakidetza, el 95% de los casos (148.736 personas) son diabetes de tipo 2, la sufren, principalmente, personas con edades más avanzadas y se puede manejar con dieta y ejercicio. El Servicio Vasco de Salud también tiene en su radar otros tipos de diabetes, entre ellos destacan los casos de diabetes tipo 1 (5.225 personas), estos casos necesitan insulina porque el páncreas no la produce. Si repasamos los datos por territorios históricos, en Araba se contabilizan 21.059 personas con diabetes, en Bizkaia 81.123 y en Gipuzkoa 50.517; 1.262 personas son de otras procedencias.
Control del nivel de glucosa
El Departamento de Salud y Osakidetza resaltan la importancia de controlar los niveles de azúcar en sangre de manera constante para evitar complicaciones. Hoy en día, además de las mediciones en el dedo, se utilizan sistemas de monitorización aportan más información del control glucémico del paciente. Actualmente, Osakidetza pone a disposición de más de 7.000 pacientes con diabetes sistemas de monitorización continua de glucosa que hacen posible vigilar sus niveles en tiempo real y ver su evolución a lo largo del día para que la persona usuaria puede tomar las medidas necesarias en ese momento. En concreto, con un simple gesto de escanear el dispositivo, insertado normalmente en el brazo, se obtiene el nivel de azúcar en sangre. 979 personas en Araba, 3.601 personas en Bizkaia y 2.573 personas en Gipuzkoa utilizan este sistema de monitorización hoy en día. El objetivo final de este sistema radica en mejorar la calidad de vida de aquellas personas que deben convivir con esta enfermedad.
Prevención y educación
Además de vigilar los niveles de glucosa, se considera "clave" en la lucha contra la diabetes la prevención a través de hábitos saludables. Es necesario que la persona cuide su alimentación, peso, actividad física, higiene, administración y modificación del tratamiento farmacológico, actuación ante situaciones adversas (hipoglucemias, hiperglucemias, enfermedades intercurrentes…). Asimismo, la educación está considerada como una parte fundamental para poder asumir el control diario de su enfermedad e integrar el autocontrol de la enfermedad en su vida cotidiana
