La ciudadanía vasca puntúa con un 7,3 sobre 10 su satisfacción con la vida en general, una nota inferior en dos décimas respecto de 2018, la anterior edición de esta encuesta sobre la percepción del bienestar de la población mayor de 16 años
La salud y la juventud se confirman como factores fundamentales: la satisfacción con la vida más alta se da entre las personas que consideran que su salud es muy buena (7,9), frente a quienes declaran que es mala o muy mala (5,5). Los jóvenes de entre 16 y 24 años también ofrecen un promedio muy alto, de 7,8.
Mejor sin hijos
Según el tipo de familia, las parejas sin hijos convivientes obtienen una puntuación de 7,5, frente a las familias unipersonales o padres solos con algún hijo (7,0 y 7,1 respectivamente).
Los hombres (7,4) se muestran más satisfechos con su vida que las mujeres (7,3), mientras que a nivel territorial Álava (7,4) supera por una décima a Gipuzkoa y a Bizkaia (7,3 en ambos casos).
El valor de la vida propia
Los vascos dan un 8 a la consideración de que su vida merece la pena, la misma puntuación que hace cinco años. Pero este indicador empeora de forma paralela a la percepción de la salud. Hay una variación de casi dos puntos entre quienes declaran tener muy buena salud (8,5) y los que consideran que su salud es mala o muy mala (6,6).5).
Las relaciones interpersonales, uno de los aspectos más valorados (7,5), alcanza la puntuación máxima entre las personas que declaran tener muy buena salud y las comprendidas entre 16 y 24 años (7,7 en ambos casos), con la nota mínima (7) entre quienes manifiestan que su salud es mala o muy mala.
Por otra parte, el nivel de satisfacción con el tiempo de ocio se situó en el 6,6. Son los mayores de 65 años los que mejor nota dan a este indicador (7,6) y los comprendidos entre 35 y 49 años los que dan la más baja (5,7).