La muestra 'Magnicidios. Dar en la cabeza' está dedicada a asesinatos o atentados fallidos contra personas poderosas y relevantes. La mayoría están relacionadas con la política -jefes de Estado, líderes de partidos- pero hay también casos como el atentado contra el papa Juan Pablo II y el asesinato de John Lennon, según ha explicado su comisario, el historiador Antonio Rivera.
España tiene "un récord que no es para estar orgulloso" ya que en apenas un siglo, desde 1870 a 1973, cinco presidentes del Gobierno han muerto asesinados: Juan Prim, Antonio Cánovas del Castillo, José Canalejas, Eduardo Dato y Luis Carrero Blanco.
La exposición reserva un espacio a cada uno de ellos y, además de exponer el contexto de cada atentado, muestra objetos relacionados con los mismos: la pistola usada contra Cánovas del Castillo, sumarios de las investigaciones, un manuscrito de los etarras que mataron a Carrero Blanco -presidente en los estertores de la dictadura franquista- o un mapas de su planificación.
También puede verse la bomba Orsini que no explotó en el atentado anarquista en 1893 en el Liceo de Barcelona, donde fueron asesinadas veinte personas por la detonación de otro artefacto lanzado al patio de butacas; así como el fusil con silenciador y mira telescópica con el que ETA tuvo a tiro al rey Juan Carlos en Mallorca en 1995.
La exposición hace referencia a magnicidios muy conocidos como el atentado en 1914 del archiduque Francisco Fernando de Austria, que desencadenó una escalada militar que dio lugar a la Primera Guerra Mundial; el asesinato del presidente de Estados Unidos John Kennedy en 1963, y el de Ernesto 'Che' Guevara en 1967.