Cuando le diagnosticaron la enfermedad tenía 29 años y los clubes le soltaron la mano, con un 43% de discapacidad. Sin embargo, encontró su lugar en la Liga EBA después de haber trabajado en una fábrica como jefe de líneas de montaje con personas con discapacidad. Allí, en la categoría de ascenso español, tuvo promedios de 16.1 puntos y 12.3 rebotes, que le valieron el histórico debut en la ACB.
Así fue que, en 2018, tuvo su debut en la máxima categoría del básquet español de la mano del Delteco GCB. Con medicación y trabajo constante, de la Iglesia pudo salir adelante y es la viva muestra de que se puede lograr todo lo que uno se propone.
Ahora, después de algunos meses fuera por lesiones, vuelve a la pista a jugar en Baloncesto Torrelodones, un equipo de la Federación de Baloncesto de Madrid. El club le abrió las puertas y será un capítulo más en la historia de superación de un Asier de la Iglesia que no deja que nada le corte sus sueños.