Delicado, sutil, exigente, codiciado, escaso… Todos pueden aplicarse al guisante lágrima. Todos justifican con creces que este pequeño bocado se haya ganado los apelativos de ‘caviar verde’ o ‘caviar vegetal’. Estrella en muchas mesas de categoría y uno de los protagonistas principales en muchos menús degustación a lo largo y ancho de toda España, esta delicia se encuentra de temporada.