1-1 no exento de un enorme sufrimiento, como estaba previsto, aunque los jugadores afirmaron tras el encuentro que tenían la situación controlada. No lo pareció antes y después del gol de Iñaki Williams en el minuto 32 y tampoco en los 18 corners y 5 remates a puerta del Athletic. Nico Williams, falló dos ocasiones cantadas que terminaron hundiendo su moral. Pablo Ibáñez se doctoró en San Mamés con una espectacular volea que acabó en gol a falta de cinco minutos para llegar a los penaltis. En su cuarta prórroga consecutiva en Copa Osasuna hizo feliz a los 800 rojillos presentes en San Mamés y a los que esperaron en Pamplona hasta pasadas las tres de la madrugada para recibir al equipo en la Plaza del Castillo.
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Escucha al presidente de Osasuna tras el pase a la final de Sevilla:
