Que un punto fuera de casa contra este Betis sepa a poco es una muy buena señal. Es un poco tarde, porque solo quedan tres jornadas de liga y dos son en casa, pero un partido así es el que en otras ocasiones permitiría al aficionado sentenciar eso de “jugando así lejos del Sadar se ganarán muchos partidos”. Sólo queda Mendizorroza, y vaya usted a saber cómo están uno y otro entonces, pero tiene pinta de que Osasuna mantendrá opciones europeas y el Alavés necesitará puntuar para salvar la categoría.
Fue un buen partido el del Villamarín, abierto y con peligro en las áreas, si bien a Osasuna le costó rematar a portería. Vicente Moreno optó por la línea de cuatro atrás para encajar bien a Bryan Zaragoza delante, y funcionó. No sólo porque el malagueño encontró su sitio y participó, sino porque la defensa no acusó el cambio de tres a dos centrales. Bien arropado por Juan Cruz, como siempre, Bryan fue de menos a más, y siempre atrajo dos defensores para taparle.
El equipo se dejó lo mejor para el final. Quitando el remate del propio Bryan al filo del descanso, los ratos de asedio y sufrimiento del Betis en la primera mitad fueron correspondidos por los rojillos. No fue así en la segunda. El gol del Cucho Hernández fue en el minuto 18 y en ese rato el dominio y la necesidad de ganar las demostraban los de Pellegrini. Fue una ocasión aislada la que transformó Budimir tras centrar Areso un pase de Ibáñez, sí, pero a partir de ahí hubo más ocasiones visitantes que locales.
Remató bien Budimir el centro de Catena justo antes de ser sustituido, remató bien Raúl al larguero tocando el balón Adrián, y remató alto Raúl un caramelito que le mandó Kike Barja. Porque cuando juega Barja siguen pasando cosas, o hay más opciones de que pasen, pero con ocho minutos de juego, prolongación incluida, no mucho más se puede hacer. Lo mismo aplica a un Raúl García de Haro que entró en el 30 de la segunda parte y tuvo dos ocasiones de gol.
Y como las estadísticas, ya lo hemos dicho alguna vez, se pueden coger desde donde se quiera, resulta que en todo lo que llevamos de segunda vuelta -16 partidos- Osasuna ha perdido 4. Lástima haber ganado solo otros tantos, porque si no Europa se miraría desde arriba y no con envidia desde el décimo puesto. Pero ahí sigue. A tiro.