Miguel Flaño terminó su carrera como futbolista en el año 2019 en Córdoba. Quería disfrutar de un último año como profesional jugando partidos después de haber perdido protagonismo en Osasuna, donde disputó más de 300 partidos entre Primera y Segunda División. El capitán y eje de la defensa durante más de diez temporadas fue reclutado enseguida por el club, donde inició su formación integral en diferentes departamentos del fútbol base en Tajonar.
Enseguida cogió las riendas del equipo juvenil que milita en la máxima categoría de su edad, la División de Honor, en el mismo grupo en que compiten Athletic Club, Real Sociedad, Antiguoko, Alavés o Éibar, y con otros tres equipos navarros: San Juan, Txantrea y Gazte Berriak. Y el equipo es líder con 6 puntos de ventaja sobre el Athletic después de 19 jornadas disputadas de un total de 30.
"Los hermanos Bonel son ejemplares. Aimar es un pivote completo y Asier ha destacado desde niño"
Para Miguel Flaño "hay mucho jugadores con potencial" y cualidades como para progresar hacia una carrera futbolística, que es uno de los objetivos de los equipos de cantera del Club Atlético Osasuna. De hecho se compagina la competición, que es lo que más está inmerso el entrenador, con la formación de canteranos con vistas a llegar al primer equipo, tarea con más dedicación de los técnicos de la estructura deportiva de Tajonar.
Actualmente hay varios jugadores con proyección cuyos nombres empiezan a sonar en el osasunismo: desde el portero Andrés Burguete hasta los hermanos Bonel, Asier y Aimar, o el también delantero Anai Morales. Sobre ellos habla Miguel Flaño en esta entrevista teniendo en cuenta que hay muchos otros componentes de la plantilla con un gran nivel.
"Cada vez me veo mejor en el banquillo"
Respecto al primer equipo, y más ahora que las miradas están puestas en la defensa, Miguel opina que "la de central es una posición que da estabilidad, la parte defensiva siempre marca los objetivos del equipo y quizá este año no se está consiguiendo esa solidez que se ha tenido la mayoría de los años, pero veo capacidad para ir dándole la vuelta y desatascarnos mentalmente".
Como entrenador Miguel desvela que "tenía claro meterme en este mundo y probarme. El banquillo te exprime, estás expuesto, tienes que tener mucha pasión para transmitirla, y cada vez me veo mejor, estoy muy contento"
