La Casa de Misericordia necesita pruebas de COVID19 para separar unos residentes de otros

La Casa de Misericordia, una de las residencias de personas mayores más grandes de España, ha abierto este miércoles 25 una nueva enfermería. Lo explica en Onda Cero su responsable de comunicación, Mariano Pascal, la residencia pasa a tener 35 camas de enfermería con la apertura de “una nueva planta con capacidad para 15 personas más, que tienen dispensadores de oxígeno”, algo que “no es lo mismo que respiradores”, matiza. Necesitan hacer pruebas “para separar unos residentes de otros”, y es que ahora mismo los tienen confinados en sus habitaciones, una situación que “no puede durar mucho”.

La Meca cuenta con un positivo en coronavirus entre sus usuarios y 70 confinados por precaución. Llevan desde el viernes, cuando recibieron la notificación del positivo, “sin realizar ni una sola prueba, pese a que las peticiones se amontonan”. Las 70 personas en cuarentena eso sí, están estables. Desde el Ejecutivo Foral se ha puesto como una de las prioridades las residencias de mayores, pero por ahora La Meca solo ha recibido mascarillas.

La situación es complicada ante la imposibilidad de contacto, con una plantilla que cuenta también con casos positivos y que lo dan todo. En estos momentos los residentes “no pueden tener contacto físico con otros residentes, ni con la familia”, lo cual “es una situación complicada de gestionar”. Además, explica Mariano Pascal que “la plantilla está dando no el 100%, sino muchísimo más”, lo que genera “una situación de estrés que no puede durar mucho más en esas circunstancias porque están dando todo y más sobre lo humano”.