Jesús Quirós, maestro chocolatero de la Pastelería La Rosa, Alcázar de San Juan (Ciudad Real), ha pasado por los micrófonos de Más de Uno Murciacon motivo de su participación en Sabor Quijote, el proyecto de promoción turística impulsado por la Diputación de Ciudad Real, que hoy hace escala en la capital murciana con una propuesta que marida patrimonio, territorio y gastronomía con acento cervantino.
Quirós, representante de la quinta generación de una saga pastelera fundada en 1917, acumula numerosos reconocimientos —entre ellos el de campeón de la selección nacional Iberia del World Chocolate Masters 2025, que le abrirá las puertas a la final mundial de 2026—, aunque él mismo puntualiza: “No vengo a hablar de premios, vengo a hablar de chocolate”.
Durante la entrevista, el pastelero desgranó la trilogía de bombones que presenta en Murcia, concebida como un homenaje a los personajes de Cervantes:
- Don Quijote: combina peras al vino (confitura de pera asada), ganache de chocolate negro y vino crianza manchego, sobre una base crujiente de galleta speculoos y recubierto con chocolate 70%.
- Dulcinea: más elegante, con gelatina de miel y limón y ganache de chocolate blanco con azafrán.
- Sancho Panza: inspirado en una tarta de queso manchego, con coulís de frutos del bosque oscuros y base de galleta de queso.
Quirós defendió la pastelería artesana y criticó la estandarización de los “chocolates barateros” del pasado: “Hemos estado malcriados con chocolates muy azucarados y mezclas de baja calidad; ahora la gastronomía está muy viva y el cliente valora el producto bien hecho”, afirmó. También abordó el encarecimiento del cacao, que atribuye a la recolección manual, la escasez de mano de obra y el impacto del cambio climático en las plantaciones.
Formado en las escuelas de pastelería de Madrid y Barcelona, donde pasó doce años entre estudios y preparación de campeonatos, el maestro destacó cómo conjuga tradición e innovación en el obrador familiar. De hecho, presume de una “esencia” secreta que caracteriza la crema pastelera de La Rosa desde 1917: una receta que “no está escrita” y que se transmite de generación en generación, “de viva voz”. “Estoy pendiente de que mi padre me la enseñe; como pase algo, no la sé”, confesó entre risas.
Preguntado por los dulces manchegos “cervantinos”, destacó el mazapán (Toledo), los mantecados, el cabello de ángel o los pestiños bañados en miel, todos ellos ligados al calendario repostero: turrones y roscones en Navidad, torrijas en Semana Santa, huesos de santo y buñuelos en otoño. Sobre su torrija premiada, Quirós defendió la sencillez: pan del día anterior con buena miga, leche infusionada con limón y azúcar, un remojo breve, fritura precisa para que no chupe aceite y rebozado en azúcar y canela. “Todo lo demás sobra”, sentenció.
El chocolatero, explicó que aprovecha cada viaje para visitar pastelerías locales y “tomar ideas” de colegas: “En España hay muy buenos artesanos y hay que defender ese oficio”. Invitó a conocer el histórico establecimiento de La Rosa, en la calle Emilio Castelar, 43 (Alcázar de San Juan), y animó a los oyentes a acercarse a Sabor Quijote, que esta tarde se presenta en el Cuartel de Artillería de Murcia, con la promesa de un viaje por sabores “muy marcados” y con denominación de origen manchega.
