Agentes de la Policía Nacional han detenido a dos varones de nacionalidad española de 62 y 33 años de edad, padre e hijo, como presuntos autores de un delito de atentado a funcionario público con grave intimidación.
Se trata de una trabajadora de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social que, en el ejercicio de sus funciones, fue amenazada por dos ciudadanos, dueños de un establecimiento sobre el que la citada funcionaria había realizado una inspección.
Esta trabajadora se encontraba en dependencias de la Inspección de Trabajo cuando se vio abordada por dos individuos que empezaron a recriminarle sobre el resultado de la inspección realizada anteriormente sobre un local del que son propietarios. Padre e hijo, en un tono amenazante y coactivo le insistieron en que debía cambiar el informe pese a que la funcionaria les explicó que existían unos cauces reglamentarios para recurrir cualquier decisión administrativa efectuada tras una inspección.
Ante la insistencia de estas dos personas, la funcionaria consiguió introducirse en su despacho y alertar al personal de seguridad para que los desalojase, a la vez que ambos le gritaban que a partir de ahora y durante el resto de su vida no iba a dormir tranquila. Minutos después, tras la marcha de estas personas, recibió una llamada de uno de ellos insistiéndole en tono coactivo en el cambio del informe, llegando a manifestarle que la esperaban a la salida del edificio.
La protección penal a funcionarios públicos dependientes de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, equipara al personal funcionario - si tiene categoría de Inspector al de Autoridad, si tiene categoría de Subinspector al de Agente de la Autoridad - a efectos del delito de atentado contra la Autoridad/Agente de la autoridad.
Puestos estos hechos en conocimiento de la Jefatura Superior de Policía de la Región de Murcia, se ha procedido a la toma de declaración de testigos y del personal de seguridad del edificio, corroborando lo manifestado por la funcionaria amenazada. Los agentes han detenido a ambos agresores y tras sus declaraciones ante presencia letrada, han sido puestos en libertad a la espera de ser citados por la autoridad judicial.
