El único que ha conseguido llevar al UCAM al fútbol profesional. José María Salmerón tiene un hueco especial en la entidad universitaria por alcanzar la Segunda División en el 2016. Hace un año dejó a veinte minutos de volver a la categoría de plata en aquel playoff de ascenso contra el Ibiza.
Ahora se está valorando el trabajo que hicimos
Sin embargo, la vida ha cambiado para Salmerón y también para los azulones. El almeriense fue destituido debido a los malos resultados en las primeras de cambio, donde además el club ha descendido a Segunda Federacíon, el cuarto peldaño del fútbol nacional.
No obstante, Salmerón sigue vinculado al fútbol aunque recuerda con desánimo aquella salida: "Fue una pena, me dolió mucho sobre todo por cómo fue; ahora se está valorando lo que hicimos", recuerda el entrenador al que echaron cuando tenía al club murciano fuera de puestos de descenso.
En una categoría nueva siempre hay que tener los pies en el suelo: "El UCAM tendría que pelear por no descender, siempre lo dije". En cualquier caso, argumenta que "no es cuestión de echar culpas", pero que "esperaba tener un margen y estaba convencido de que íbamos a conseguir la salvación", explica en la entrevista a Onda Cero.
"No es cuestión de echar culpas, pero esperaba tener un margen y estaba convencido de que íbamos a conseguir la salvación"
El responsable de los banquillos también guarda un hueco en el corazón al Real Murcia. En una temporada especial para los pimentoneros por el ascenso, José María solo tiene buenas palabras hacia la entidad y "la gran afición", pero les pide calma. "Todos quieren ascender en Primera Federación; el Murcia no debería estar ahí, pero las circunstancias son esas, hay que dejar trabajar, no correr y proponer un objetivo real", expone.
Por último, Salmerón ha dejado entrever que tiene alguna oferta encima de la mesa y conversaciones con clubes de Primera Federación y hasta de Segunda División, pero para él lo primordial es un hogar con "buen proyecto y buena infraestructura", finaliza.
