Ayer ocurrió un gesto muy feo en el encuentro de la Primera Nacional Femenina, el tercer escalón del fútbol femenino en España. El CAP Ciudad de Murcia y el Villarreal se midieron en un choque decisivo para las rojinegras, pero hubo un gesto que reclamó la atención de los allí presentes.
Los jueces de línea no llevaron el banderín, y decidieron saltar al campo con una percha y un peto de color fosforito anudado. En algún momento, al árbitro principal le pareció buena idea que sin el material necesario, se disputase el partido.
La entrenadora del CAP Ciudad de Murcia, Jessy Tébar, afirma: "Lo de ayer roza la vergüenza y hay que decirlo. Hay cosas que dejamos pasar, pero no puede ser", dice la preparadora del equipo murciano. Una de las capitanas de la plantilla, María Carboneros, apunta: "es una cosa más de las desigualdades que se ven en el fútbol femenino", declara la jugadora.
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