Aprovechando el Día Internacional de la Mujer que se celebra como cada año el 8 de marzo, nuestros colaboradores más musicales han hecho una selección de lo más conceptual sobre “habitaciones”. Tatiana Tereshkova nos ha dejado entrar en su habitación para descubrir todo un universo de músicas y nebulosas donde nos hemos encontrado un libro sobre su mesita de noche, el de Virginia Woolf, “Una habitación propia.
Como ya sabéis, mañana es el Día Internacional de la Mujer, y aunque se me ocurren mil mujeres interesantes sobre las que hablar, a mí me ha parecido oportuno recordar la figura de Virginia Woolf, y muy especialmente su libro “Una habitación propia”, uno de los textos más reivindicados desde el feminismo. De hecho, aunque el ensayo tiene 90 años, no fue hasta los años setenta cuando se forjó su popularidad gracias a los movimientos feministas, que lo releyeron para enfatizar la idea de que la mujer debía de tener un cuarto propio y disponer de autonomía económica, y no sólo para poder escribir, entre otras muchas cosas.
Lo diremos una vez más; lo contrario del machismo sería el hembrismo, no el feminismo. El feminismo busca la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Así de sencillo. Y aunque, evidentemente, no se trata de un movimiento homogéneo no podemos consentir que se le considere una teoría social minoritaria, radical o desquiciada. Hoy es una obligación ser feminista. Y mientras siga habiendo desigualdades lo seguirá siendo.
Y si parezco demasiado solemne la culpa no es mía, es de Florence & The Machine, que interpretan “What the water gave to me”, “Lo que me dio el agua”, una canción inspirada en la muerte de Virginia Woolf, que se suicidó llenando de piedras su abrigo y arrojándose a un río.
