En España, como en tantos otros países desarrollados, tenemos un problema muy serio, un problema al que no le damos mucha importancia y que sin embargo amenaza el equilibrio socioeconómico, la pervivencia de nuestros valores y de nuestra cultura, y, por supuesto, nuestra propia supervivencia.
El año pasado batimos un triste récord:España registró la tasa de natalidad más baja desde que hay registro, o sea, desde el año 1941. Actualmente, cada española tiene una media de 1,19 hijos, si bien nuestra región es una de las que más alumbramientos celebra. Por otra parte, la edad media de las primerizas no deja de crecer. Algo estamos haciendo mal.
Es cierto que, antiguamente, cuando alguien perdía un bebé o sufría un aborto se encajaba como algo natural sin mayor importancia. Una mata que no ha ‘echao’, decía mi abuela. Pero claro, hoy día puede ser un drama. La supervisión de un embarazo tampoco se parece en nada a la de nuestras abuelas. De hecho, ahora no duran nueve meses, sino cuarenta semanas en las que hay todo tipo de controles médicos.
Hoy vamos a hablar de ese proceso biológico primordial que cada vez es menos frecuente: la gestación, el embarazo.
Texto: Tatiana Tereshkova, futura mamá.