Quien no haya llegado al límite de una situación desfavorable, al menos una vez en su vida, quizás no sepa el porqué de este asunto tan heavy para muchos.
Tocar fondo suele ser una consecuencia tras hundirse, aquello que nos suele mantener a flote. La insalubridad, una bancarrota o un gran desamor suelen ser causas para sufrirlo e, incluso, para llegar a querer morir por ello.
Precisamente, dicen que tocar fondo es aprender a vivir. Aunque, por suerte, tampoco sea necesario experimentarlo.
En la mayoría de las veces es reversible tal situación provocada por esos agentes externos desestabilizadores. Tan sólo hay que perder el miedo, reconocerse y superarlo. Porque tras tocar fondo solamente queda ascender, ¿no? Y ya de paso mejorar como persona.
Ante los males de ojo, tanto ojo con lo que se hace o se dice. Y mucho ojito, que junto a la autoayuda también funciona una buena ayuda externa.
Para las primas y primos, como mi Pablo, que han de redimirse por decisiones mal tomadas, descuidos, falta de conocimiento, equívocos, errores ajenos, herencias envenenadas, daños colaterales, venganzas, envidias, etc... vaya nuestra selección de hoy.
