No Mires Hacia Atrás

Vol. 285 "Diamantes"

A 160 kilómetros de profundidad, la temperatura alcanza los 2.000 grados centígrados. En ese entorno infernal nace uno de los elementos naturales más bellos de la Tierra, el diamante, al que han dedicado No Mires Hacia Atrás, Miguel Tébar y Tatiana Tereshkova.

¿Son nuestros colaboradores dos diamantes en bruto? Te invitamos a descubrirlo en el podcast.

Julián Vigara

Murcia | 04.11.2021 14:12

El diamante es carbono, carbono cristalino; el mismo carbono del grafito, pero enlazado de forma particular. Los diamantes suelen tener entre mil y tres mil millones de años y se encuentran a cientos de kilómetros bajo tierra, donde se produjeron las condiciones de calor y presión extremas que los generaron, y donde, evidentemente, no podemos llegar, por lo que sólo nos queda esperar a que el magma de alguna erupción volcánica los deposite en una zona más accesible.

Es curioso que apreciemos los diamantes por sus cualidades estéticas cuando lo realmente impresionante son sus propiedades físicas: el diamante es el material con más alta dureza y conductividad de entre todos los conocidos por el ser humano. Sólo un diamante puede cortar o rayar otro diamante.

Los diamantes son piezas exquisitas, objetos de deseo, símbolos de poder y riqueza. Pero cuidado, el MIT acaba de descubrir que son mucho más comunes de lo que pensábamos: se estima que en la Tierra hay mil billones de toneladas. Lo difícil sigue siendo cogerlos, claro. Aún así, existen los diamantes artificiales, cuyas propiedades y apariencia son idénticas. Pero, ay, el ser humano es un animal complejo; la simbología del diamante es irremplazable y los seguimos queriendo de los ‘de verdad’. O no.

Texto: Tatiana Tereshkova