Con este primer NMHA del año 2020, curiosamente el vol. 220, concluimos nuestra tetralogía dedicada a las estaciones. Concretamente a la comprendida entre el otoño y la primavera. Aquí, en el hemisferio norte, el invierno se sitúa aproximadamente entre el 22 de diciembre (solsticio), y el 21 de marzo (equinoccio), y en el hemisferio sur entre el 21 de junio y el 22 de septiembre. Estación caracterizada por días más cortos, noches más largas y temperaturas más bajas a medida que nos alejamos del Ecuador. Para nosotros el invierno es la estación más fría del año (para otros acompañada de las necesarias nieves), la vuelta de las Navidades y el tiempo de recogimiento -como para los amorosos animalitos que se retiran a hibernar-.
Elsa y su reino Frozen, el cierre fiscal, las listas con los mejor (y los peor) del pasado año, las estatuillas de Goya y Óscar, los premios MIN y los Grammy, las devoluciones de algunos regalos, los resfriados, un nuevo gobierno, los buenos propósitos, ...
Además de los Christmas, sobre los cuales ya he reconocido en varias ocasiones mi afición, las canciones de invierno deben cumplir ciertos criterios. A menudo son tristes, agridulces y melancólicas pues evocan el frío y la oscuridad del invierno. Pero también son mágicos y conmovedores, no miserables. Acompañan bien a las luces de colores, cuartos pequeños, sonido y olor a chimea y tormentas de cualquier tipo.
Buena escucha y los mejores deseos a todos los oyentes para este Año Nuevo.
Texto de Miguel Tébar, periodista musical de: El País • La Opinión • RockDeLux • Efe Eme…