Hoy volvemos a abrir la carpeta de las libertades e inconscientemente animados por el serial político en España (concretamente en Murcia) hablaremos de su cónyuge estadounidense: la corrección política.
Si nos sigues frecuentemente, te habrás dado cuenta lo mucho que nos diferencia a quienes hacemos este NMHA. Por ello, y basándonos en el respeto, trabajamos conjuntamente para dar lo mejor de cada uno. Insistiendo lógicamente en los puntos coincidentes y aparcando nuestras propias contradicciones. Seguiremos creyendo en la polisemia, aunque pueda jugarnos malas pasadas, y evitando los eufemismos, sin querer ofender a nadie.
De una u otra manera a todos nos ha llegado algo de la filosofía planteada por el francés Jean-Paul Sartre y su afirmación, a partir de una aparente contradicción retórica, «condenados a ser libres» …por la responsabilidad que conlleva.
Desde la propia naturaleza de lo políticamente correcto, «siguiendo a pies juntillas, con fervor exagerado, una línea partidista», a estigmatizar el lenguaje para avanzar en las reformas sociales, hay un trecho.
Al hilo de nuestro anterior especial y por parangonar un reciente eslogan -tan políticamente cuestionable- con el título 'Terror y Libertad', sírvanos una definición del propio escritor Paul Berman: «La corrección política es la niebla que se levanta cuando el liberalismo estadounidense se encuentra con el iceberg del cinismo francés».
Texto: Miguel Tébar.