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Antera Baus
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Retrato de... Antera Baus

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Retrato de... Antera Baus

Hoy con la ayuda de la profesora de la UMU, Susana Martínez, retratamos a Antera Baus, cartagenera, actriz, pionera. Una mujer que nació en la farándula y que, desde los once años, convirtió el teatro en su vida. Antera Baus fue primera dama del Teatro del Príncipe con solo quince.

Finales del XVIII y principios del siglo XIX. España vive uno de los periodos más agitados de su historia. Primero, la crisis del Antiguo Régimen, con un sistema monárquico y social que empieza a tambalearse. Después, la invasión de Napoleón y la Guerra de la Independencia (1808-1814), que deja el país exhausto. A esto se suma la pérdida del imperio americano y una larga etapa de inestabilidad política, con continuos cambios de constituciones y gobiernos.

En esta sociedad, las mujeres no tienen acceso al poder político ni a la mayoría de las profesiones. Sin embargo, había una excepción: el teatro. En los escenarios, las actrices podían hablar en público, interpretar papeles, ganar su propio dinero… y recibir el aplauso de la audiencia.

Hija de Ventura Laborda y Francisco Baus, ambos actores. Hermana de actrices. Tía y madre de dramaturgos. Nació en Cartagena en 1797.Su vida fue puro teatro, desde la cuna.

Con apenas diez años. Y muy pronto, en 1812, sustituye a la amante embarazada de Máiquez en “La escuela de los maridos”… y se convierte en primera dama del Teatro del Príncipe. Con solo quince años. El Teatro del Príncipe, que hoy conocemos como el Teatro Español, era uno de los grandes coliseos públicos de Madrid. Allí se estrenaban las obras más ambiciosas, con el público más exigente.

La obra, “La escuela de los maridos”… Es toda una declaración. La obra original es del gran Molière, pero Moratín hizo una versión muy aplaudida en español. En ella, dos hermanas deben casarse con sus tutores… y las jóvenes se rebelan ante ese poder masculino. Antera puso cuerpo y voz a esa crítica social: una mujer interpretando a otra que se niega a obedecer. Era comedia… pero también era desafío.

Antera representó tragedias, comedias, dramas… Y siempre desde un lugar de potencia. Fue Raquel, fue Virginia, fue La villana de Vallecas. Mujeres que desobedecen, que desafían, que sienten.

Antera Baus trabajó con otro grande de la escena, que por cierto también era de Cartagena, Isidoro Máiquez. El gran renovador del teatro español. Introdujo nuevas formas de interpretación, más naturalistas, más sentidas. Luchó contra la censura, defendió a los autores vivos, y se enfrentó incluso al poder por dignificar el oficio. Y Antera estuvo a su altura. Cuando hacían Otelo, decían que sus duelos interpretativos eran un espectáculo en sí mismos. Él, fogoso. Ella, firme. El público no sabía a cuál mirar más.

Ella se casó en 1813 con Bernardo Gil, también actor. Fue madrastra de Antonio Gil de Zárate, dramaturgo que llegó a escribirle una obra: Don Pedro de Portugal.

Antera Baus no escribió constituciones ni firmó tratados. Pero interpretó, noche tras noche, a mujeres que hablaban, pensaban y se rebelaban. Y eso, en el siglo XIX… ya era revolucionario.

Su ciudad, Cartagena, ha celebrado varios aniversarios en su honor. En el Auditorio El Batel hay una sala que lleva su nombre. Pero el gran homenaje lo recibe cada año su compañero de tablas: el actor Isidoro Máiquez. Cada 17 de marzo, coincidiendo casi con su fecha de nacimiento y de muerte (17 de marzo de 1768 – 18 de marzo de 1820), se celebra un acto junto a su estatua, con la colaboración del Ayuntamiento de Cartagena.