A través de esta producción sin precedentes, la Asociación Columbares, el director del cortometraje Pablo Almansa y el poeta Antonio Lucas a la locución, se embarcan con el equipo de Almadraberos de la Azohía en una aventura trepidante y emotiva. La misión: Poner en valor nuestro patrimonio cultural y promover la pesca artesanal como actividad pesquera compatible con la conservación del mar y sus recursos.
“Los Almadrabos” narra una temporada de pesca en la Almadraba de la Azohía, a través de un enfoque humano, cultural y ambiental que no deja impasible. Es la voz de la última Almadraba del Mediterráneo español.
El proyecto “Los Almadrabos “está financiado por GALPEMUR, Grupo de Acción Local de Pesca y Acuicultura de la Región de Murcia, entidad sin ánimo de lucro colaboradora con la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca para la gestión de la prioridad 4 del FEMP en la implantación de su Estrategia de Desarrollo Local ParAcipaAva.
El creativo Pablo Almansa, siempre preocupado por cuidar la calidad de la estética en sus trabajos, se embarcó hace año y medio en la realización y dirección de su primer cortometraje documental: Los Almadrabos. Para el cual, ha contado con un equipo especializado con el fin de lograr el mínimo impacto durante su labor de rodaje en la actividad de los pescadores. Como un ejemplo de ello, las imágenes submarinas dentro del copo (parte final del laberinto de la almadraba), justo antes de que este empiece a levantarse con la pesca, parecen estar rodadas en el interior de un acuario cuando realmente están tomadas en mar abierto.
El hecho que el director sea un fotógrafo con marcado perfil creativo le ha permitido aunar en este proyecto su pasión por el buceo junto a su profesión desde hace un cuarto de siglo. Tras 8 meses de rodaje y dos de montaje, el resultado es una pieza que describe con máximo respeto el trabajo de unos hombres que mantienen un arte de pesca único, invariable en su esencia desde hace tres mil años.
El trabajo que Pablo Almansa ha venido desarrollando va desde simples encargos privados o creación de contenido de marca personal para los nuevos formatos digitales, hasta anuncios de campañas para televisión, pasando por (casi) todos los campos de la fotografía editorial (moda especialmente). Sus clientes son profesionales, agencias de comunicación y publicidad, grandes empresas, salas de exposiciones y administraciones públicas. Además, su faceta artística está orientada a exclusivos proyectos artísticos para coleccionistas de arte.
