La Región de Murcia tiene nombre propio en el mayor proyecto tecnológico de la industria naval española. Ascensión Ruipérez, ingeniera de Telecomunicaciones, forma parte del equipo de Navantia en Cartagena que ha diseñado y desarrollado el programa S-80 —el submarino S-81 IsaacPeral ya navega bajo bandera de la Armada—. Lo contó en Más mujer, el espacio de Puri Cánovas dentro de Más de uno Murcia, en una conversación que recorrió vocación, retos y vida a bordo.
“Siempre me gustaron los números”, recuerda Ruipérez, que creció en una casa donde “todo el día se hablaba de Derecho” —su padre era abogado y su madre, juez—. Eligió Teleco y, tras pasar por ingeniería de sistema de combate, pruebas y periscopios, hoy es responsable de mejora continua y del seguimiento operativo del negocio de Submarinos: planificación, riesgos, programa económico y valor ganado. “Para una teleco, ir pasando por todo eso es como verlo todo: desde el ‘bebé’ en la oficina técnica hasta las pruebas en mar”.
¿Por qué el S-81 es “el buque más inteligente” de la Armada?
Porque su misión es la discreción. “Debe ser capaz de ver sin ser visto y escuchar sin ser escuchado”, explica. En inmersión, los 'ojos' son el sonar; el periscopio sólo aparece en cota periscópica y vuelve a ocultarse. Detalles como la profundidad máxima o el número de palas de la hélice son información clasificada: “Nos podrían ubicar”.
Vida a bordo: mérito y milímetros
El hábitat natural de un submarino es la inmersión. “En superficie no está cómodo”. La dotación convive en espacios mínimos —“el baño es pequeñísimo; las camas, también”— y con ciclos de luz adaptados al día o la noche para no perder la referencia temporal. “Tienen muchísimo mérito; los submarinistas son una especie especial”.
Mujeres en el arma submarina
Hasta el año 2000 no hubo mujeres en las tripulaciones españolas; hoy comparten espacios, responsabilidades y liderazgo. Ruipérez cita el caso de una compañera que ya lidera un área del S-82. “Nada nos impide llegar a lo más profundo del océano”.
De Cartagena al mundo
España es uno de los pocos países capaces de diseñar y construir submarinos avanzados. Navantia compite en ofertas internacionales —con interés de países como Polonia o Egipto, y procesos recientes en Canadá e India— con el objetivo de mantener la vanguardia tecnológica.
“Ves la obra y te emociona”
El día que bajó por primera vez a la gran nave de armamento, lo tuvo claro: “En papel todo cabe, pero cuando ves el submarino en el taller entiendes la obra de ingeniería que hay detrás”. También hay una trastienda poco visible en las ceremonias de presentación: protocolo, banderas, servicios auxiliares, comunicación… “Un trabajo brutal que casi nadie ve, y al día siguiente todo es perfección”.
Murciana por elección y vocación, “nací en Cartagena, vivo en Murcia, formé aquí mi familia”. Ruipérez resume su trayectoria como “un regalo”: “Cualquier otro reto no hubiera sido tan emocionante”. Y deja una invitación a las jóvenes: “Si te atrae una carrera técnica, hazla; Navantia tiene las puertas abiertas”.
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