El cáncer de mama no solo afecta la salud física, sino que también puede tener un impacto significativo en la vida sexual de las personas diagnosticadas. Los cambios físicos y los efectos secundarios de la enfermedad y su tratamiento pueden alterar profundamente la intimidad y la percepción del propio cuerpo.
Es común que el estado de ánimo y la salud emocional y mental en general influyan en cómo te sientes respecto a tu cuerpo. Si has perdido el interés por el sexo y las ganas de mantener relaciones sexuales, no estás sola. La salud sexual puede verse afectada negativamente tras un diagnóstico de cáncer de mama por varias razones, entre las que se incluyen:
- Agotamiento físico y mental: El diagnóstico de cáncer de mama puede ser agotador tanto física como mentalmente.
- Pérdida de la libido: Determinados efectos secundarios del tratamiento, como náuseas, fatiga o depresión, pueden reducir el deseo sexual.
- Molestias o dolor durante las relaciones sexuales: Tratamientos como la quimioterapia pueden desencadenar la menopausia precoz, causando dolor durante o después del sexo.
- Imagen corporal negativa: Tratamientos como la cirugía mamaria, la quimioterapia y la radiación pueden afectar la percepción del propio cuerpo.
No tienes por qué esperar para controlar algunos de los síntomas que podrían estar afectándote ahora. Continúa leyendo para conocer algunos de los problemas más comunes a los que puedes enfrentarte, así como la forma de empezar a sentirte cómoda con tu propio cuerpo de nuevo.