11 detenidos en varias ciudades españolas; entre ellas Vigo y Santiago de Compostela.
Modus operandi
El presunto líder de la trama obtenía el contenido privado de las víctimas mediante el acceso a sus perfiles privados, de donde lo sacaba sin autorización y vulnerando las normas de la plataforma. Ese material sensible era distribuido a través de canales (grupos) de mensajería instantánea que se crearon para ese fin. A esta persona le incautaron 120 mil archivos en un ordenador y tres terminales móviles. El resto de los detenidos formarían parte de una red de colaboradores que intercambiaban ese material; e también de una red de mulas (así se conoce esta figura) que se prestaban a recibir o dinero, procedente de este delito, en cuentas propias para después entregárselo al presunto cabecilla da organización.