La Escola de Gaitas de Ourense, que dirige Xosé Lois Foxo, logró exportar su método de tocar la gaita gallega a Alemania, País de Gales y Portugal, que habían perdido su instrumento tradicional. Pero al mismo tiempo, la está introduciendo en países que nunca lo tuvieron, como Japón y China, donde cuenta con 300 y 20 gaiteros, respectivamente. Utilizan como medio de aprendizaje Os segredos da gaita, que está traducido al francés, alemán, inglés, checo y japonés. En la actualidad se está traduciendo al ruso y al chino.
"La novedad, el timbre y el significado de la música celta" son los factores que cautivan a las personas que se interesan por la gaita gallega en distintos países del mundo, explica Xosé Lois Foxo.
La gaita gallega se encuentra el pleno período de expansión, mientras que la escocesa está en claro retroceso, señala Xosé Lois Foxo, convencido de que le está "ganando terreno" al instrumento popular escocés. La clave está en que el director de la Real Banda de Gaitas de Ourense logró adaptarla para que suene a distintas escalas. "Nosotros tocamos con gaitas en tres tonalidades. Tienen dos escalas más que la gaita tradicional. Estamos utilizando dos octavas más del instrumento. La polifonía que hemos conseguido en la Real Banda de Gaitas no tiene precedentes en Galicia", indica Foxo.
Xosé Lois Foxo consiguió darle dos escalas más al instrumento tradicional, mediante colaboración con artesanos, para hacer unas gaitas distintas. "Un puntero de Fa bajo es el doble de grande que un puntero de Fa agudo. La gaita tradicional utiliza tres variantes: Si bemol, Do y Re. En cambio nosotros utilizamos las 12 tonalidades, tantas como sonidos cromáticos tiene la escala".
Para lograr este avance, que supuso una revolución en el mundo de la gaita, "hubo que adaptarla a las medidas", tras realizar un largo proceso de investigación. "Esa tarea, desarrollada en la provincia de Ourense, es muy compleja", asegura. El nuevo sistema se presentó por primera vez en Barcelona, en el mes de mayo de 1995, por parte de la Real Banda de Gaitas de la Diputación de Ourense.
Pese a que ya han transcurrido 18 años, en los que otros grupos han copiado la imagen, el sistema y la estética, todavía ninguno de ellos cuenta con gaitas en distintas tonalidades, que pueden interpretar cualquier tipo de melodía, frente a las limitaciones de la tradicional. "El esquema polifónico de la Real Banda de Gaitas de la Diputación no lo tiene nadie", aclara.
La demora se debe a que el nuevo sistema es "muy complejo", dado que las gaitas de distintas tonalidades son de barquín: se alimentan con el brazo. Por lo tanto, "requieren un aprendizaje supletorio". Y también es "muy complicado hacer la gaita", añade Foxo.
El instrumento no está al alcance de todos los bolsillos. Una gaita de barquín cuesta en torno a 2.500 euros.