Responsables de varios departamentos relacionados con la seguridad vial se reunieron ayer en el centro de conservación invernal de A Gudiña para presentar el plan de viabilidad invernal de la red de carreteras del Estado en la provincia de Ourense. La reunión, presidida por el subdelegado del Gobierno, Roberto Castro y el jefe provincial de Tráfico, David Llorente, sirvió para poner sobre la mesa los medios de los que se dispone para atajar las incidencias meteorológicas que puedan poner en peligro la seguridad de la carreteras y, sobre todo, de los conductores que transitan por ellas.
El ámbito de actuación del protocolo abarca un total de 514 kilómetros de calzadas. Ochenta y cinco de ellos pertenecen a la red de carreteras del Estado en la provincia, y el resto a vías convencionales y las autovías A-51 y A-75.
En el plan se especifican aquellos tramos de carreteras que pueden resultar más conflictivos en caso de nevadas, como los puntos de la autovía A-52 que transcurren por zonas altas de la provincia, en el Concello de A Mezquita. Además, también se ha fijado la ubicación que tendrán las máquinas quitanieves y las zonas en las que se habilitarían estacionamientos para vehículos o camiones en caso de que fuese necesario cortar alguna carretera o hacer algunas restricciones en la circulación, debido, por ejemplo, a una fuerte nevada que impida la normal circulación.
El objetivo es, en definitiva, reducir al mínimo el número de tramos con restricciones al tráfico y evitar, en la medida de lo posible, que haya problemas para los usuarios de las diferentes vías.
Tres toneladas de sal
Para ello, se dispondrá de veinte máquinas quitanieves y cuatro palas cargadoras, con las que se limpiarán las carreteras que se vean afectadas por nieve o hielo. Asimismo, se han dispuesto almacenamientos iniciales de 3.294 kilos de sal, que ya están dispuestos en los silos, y setenta mil de salmuera. Estas cantidades podrán ser aumentadas a medida que discurra el invierno.
